La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) dio aviso a los observadores del cielo, sobre una nueva oportunidad para presenciar las deslumbrantes auroras boreales durante la noche del pasado 3 de octubre. Este fenómeno luminoso, provocado por la llegada de vientos solares que impactan la Tierra, es el resultado directo de una tormenta geomagnética en curso.
Según los reportes de los meteorólogos espaciales, se espera que el índice Kp alcance un valor de cuatro en una escala de nueve para la noche. Esta cifra sugiere un aumento en la actividad auroral, lo que significa que las luces del norte podrían manifestarse con mayor brillo, exhibiendo movimientos y formaciones más dinámicas y perceptibles para los espectadores.
Hay advertencia de tormenta geomagnética
A raíz de este pronóstico, la NOAA ha emitido una advertencia de tormenta geomagnética de tipo moderado. La agencia ha identificado que la fuente de estas ráfagas de partículas solares proviene de agujeros coronales en la superficie del Sol.
Esta eyección de material solar es la que genera las condiciones propicias para que una tormenta de este tipo interactúe con el campo magnético terrestre. El nivel de la alerta es G2, clasificado como “moderado” dentro de la escala de la agencia. Se ha indicado que las condiciones geomagnéticas, que varían de bajas a moderadas, podrían persistir al menos hasta las últimas horas de la tarde de este miércoles (hora del este).
#AstronoFIA | El cometa interestelar 3I/ATLAS, el mayor de su tipo hasta la fecha, se acerca al #Sol y emite un resplandor verde inusual.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) October 2, 2025
Este fenómeno está previsto para octubre.https://t.co/h6fVnDL8iz pic.twitter.com/Bqg9OyuxBF
Para comprender la causa, es necesario explicar que los agujeros coronales son zonas del Sol que se ven más oscuras en las imágenes capturadas por los astrónomos. Estas áreas son menos densas y más frías que el entorno circundante, y actúan como portales que liberan corrientes de viento solar a muy alta velocidad.
Cuando este flujo choca con el magnetismo terrestre, puede acarrear consecuencias, como la interferencia con el funcionamiento de satélites y problemas en los sistemas de radionavegación. Sin embargo, el efecto más conocido para el público general es que esta interacción intensifica la visibilidad de las auroras boreales, haciendo posible que se observen en latitudes ubicadas más al sur de lo habitual.
¿Dónde se pudo ver las auroras boreales?
La inusual visibilidad de las auroras boreales en estados del norte de EE. UU. con latitudes más bajas —incluyendo Alaska, Washington, Idaho, Montana, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Wisconsin, Michigan y Maine— fue el resultado de tormentas geomagnéticas intensas.
Estas tormentas fueron provocadas por la alta actividad solar observada a comienzos de octubre, según informaron el Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA y la NASA.