La tormenta Gabrielle mantiene con temor a miles de habitantes en distintas regiones de España. Las lluvias torrenciales registradas en las últimas horas dejaron calles completamente anegadas, carreteras cerradas y decenas de personas evacuadas hacia refugios temporales.

Las advertencias meteorológicas no se han hecho esperar: la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) mantiene activa la alerta roja en varias zonas del Mediterráneo, especialmente en Valencia, Tarragona y el Valle del Ebro, donde las precipitaciones son más intensas y representan un riesgo extremo para la población.

El miedo tras las inundaciones pasadas en España

Para muchos residentes, el paso de Gabrielle revive el dolor de las inundaciones ocurridas hace un año, que dejaron más de 200 víctimas. El temor a que la historia se repita es constante.

“Llovía mucho, las ventanas estaban empañadas, las calles estaban llenas de agua y había mucho miedo porque no sabíamos si iba a pasar lo mismo que la vez anterior”, relató Lucía Piqueras, habitante de la zona afectada.

Otra residente, Clotilde Guerrero, compartió la angustia que experimentó durante la noche: “Pasé toda la noche dando vueltas y mirando por todas partes, comprobando si entraba agua, si los desagües funcionaban... Porque, claro, lo perdimos todo hace 11 meses”.

Medidas de emergencia en marcha ante la tormenta Gabrielle

Ante la magnitud del temporal, las autoridades locales implementaron medidas inmediatas: suspensión de clases, cierre de carreteras y evacuación preventiva en distintas localidades. El objetivo es salvaguardar a los habitantes y reducir riesgos en zonas propensas a inundaciones.

Decenas de personas ya fueron trasladadas a refugios temporales, mientras que equipos de emergencia se mantienen desplegados en puntos estratégicos para atender cualquier eventualidad.

La AEMET insiste en que la población debe actuar con precaución y paciencia, ya que se prevé que el temporal pierda fuerza en las próximas horas. Sin embargo, mientras Gabrielle siga activa, el riesgo de desbordamientos, cortes eléctricos y daños materiales continúa latente.

La tormenta vuelve a dejar en evidencia la vulnerabilidad de diversas regiones españolas frente a fenómenos meteorológicos extremos, un desafío que combina la urgencia de la protección ciudadana con la necesidad de fortalecer las medidas de prevención climática.