El presidente de Rusia, Vladímir Putin, encabezó este jueves la inauguración oficial del Centro Espacial Nacional (CEN) en Moscú, un complejo que albergará la sede central de Roscosmos y oficinas de las principales compañías dedicadas a la fabricación de cohetes.
Con este proyecto, el Kremlin busca reforzar la posición del país en la carrera espacial global y competir con las potencias de EU, China, Europa e India.
¿Por qué Putin ordenó la construcción del Centro Espacial?
Durante su discurso, Putin subrayó que el nuevo centro en el oeste de la capital se convertirá en una “auténtica estación de mando de la cosmonáutica rusa”. El complejo, dijo, no solo reunirá a los ingenieros técnicos, sino también a científicos, educadores y especialistas en producción, generando un ecosistema completo para el desarrollo espacial.
El presidente insistió en que la prioridad es mantener a Rusia entre los países líderes en la exploración del espacio y en el estudio científico del cosmos, un terreno donde la competencia internacional se ha intensificado en los últimos años.
Un proyecto estratégico de 300 millones de dólares
La construcción del Centro Espacial Nacional comenzó en 2019 dentro del territorio del histórico Centro Jrúnichev, emblema de la ingeniería aeroespacial soviética. Según datos oficiales, la obra requirió una inversión de 25.000 millones de rublos, equivalentes a unos 300 millones de dólares, y permitirá la operación de cerca de 20.000 ingenieros y especialistas.
De acuerdo con el director general de Roscosmos, Dmitri Bakánov, el CEN también alojará el centro de control de vuelos de la futura Estación Orbital Rusa, un proyecto que pretende sustituir a la Estación Espacial Internacional en los próximos años.
Rusia pretende competir con EU, China e India
Rusia busca revitalizar la industria aeroespacial y recuperar su influencia en un momento en que China, EU y la India avanzan con proyectos ambiciosos.
Según analistas, el nuevo centro es también un movimiento político: Moscú pretende mostrar capacidad de innovación y reforzar su imagen como potencia tecnológica, pese a las sanciones internacionales y a la presión económica derivada de conflictos geopolíticos recientes.