Es fuerte, es vibrante y sin duda, llamativo; es el color rosa mexicano, que tiene una historia ligada a un muralista y diseñador de modas, quien hizo posible ver este tono como parte de la identidad nacional. Te contamos sus orígenes y por qué le dicen así.

¿Quién fue el creador del rosa mexicano?

Este color se lo debemos a Ramón Valdiosera Berman, un pintor, muralista, historietista y diseñador de moda. Nació en Ozuluama, Veracruz, en 1918, pero a los 10 años llegó a la Ciudad de México, donde inició su formación artística.

Años más tarde, se dedicó a viajar por México y quedó fascinado de los bordados y otros detalles de la ropa tradicional indígena y mestiza, por lo que comenzó un proyecto de moda mexicana.

En sus diseños incluyó el rosa mexicano, al considerarlo un color que representa “las raíces sentimentales y creativas” de nuestro país, según datos expuestos en la tesis ‘Ramón Valdiosera: El kitsch en su proyecto de moda nacional y en el uso del color rosa mexicano’.

En 1949, Ramón Valdiosera participó en su primer desfile de moda internacional, en un hotel de Nueva York, y según sus propias versiones, fue a partir de ese momento que el término rosa mexicano comenzó a ganar popularidad.

¿Cómo se hace el color rosa mexicano?

Este color se obtiene del colorante extraído de la grana cochinilla (insecto usado desde la época prehispánica para teñir), combinado con alumbre, cremor tártaro y ácido cítrico.

Dicha tonalidad tiene una gran presencia en los textiles, destacan las blusas de percal de las mujeres huastecas en San Luis Potosí; los huipiles de la cultura mazateca en Huautla de Jiménez, Oaxaca, o los delantales de las mujeres totonacas en Papantla, Veracruz.

Pero el rosa mexicano también se encuentra en la naturaleza, principalmente en las hojas de la bugambilia, famosa por su gran adaptabilidad y variedad de colores, porque además del magenta, la encontramos en tonos rojizos y anaranjados.

La flor de amaranto también tiene un vibrante color rosa mexicano, lo mismo que la pitahaya y las tunas rosas. Tampoco podemos dejar de lado los dulces mexicanos, como las pepitorias, que entre toda la gama de tonalidad, el rosado es el que destaca.

Por si fuera poco, el rosa mexicano tiene su propio día, se conmemora cada 5 de mayo, con el objetivo de resaltar y recordar la importancia que tiene en la vida cotidiana, y cómo puso en alto la riqueza textil de nuestro país.