A 20 días de la explosión de una pipa de gas LP en el Puente de la Concordia, en Iztapalapa, un peritaje reveló detalles de la unidad, como la velocidad a la que Fernando Soto Munguía, chofer de la misma, iba el día del percance.

La titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (CDMX), Bertha Alcalde Luján, dio a conocer avances en los dictámenes periciales realizados como parte de la investigación sobre la explosión ocurrida el 10 de septiembre pasado.

Explosión en Iztapalapa: pipa de gas no tenía fallas mecánicas

Este martes se informó que la pipa de gas LP no presentaba fallas mecánicas en llantas, frenos, ejes ni otros componentes, incluidas las válvulas, las cuales funcionaban correctamente y se encontraban cerradas.

Hoy en día contamos con los dictámenes en tránsito terrestre, criminalística, fotografía, mecánica, incendios y explosiones, instalaciones hidrosanitarias y topografía; y estamos concluyendo peritajes adicionales en seguridad industrial, entre otras diligencias relacionadas con el cumplimiento de la normatividad, por parte de la empresa. Tanto en lo que respecta al vehículo, como a las condiciones laborales del conductor”, dijo la fiscal general en conferencia de prensa encabezada por la jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada.

Chofer de pipa que explotó en Iztapalapa, ¿a qué velocidad iba?

Los dictámenes periciales, informó la Fiscalía de CDMX, apuntan a que el percance se originó cuando el conductor de la pipa ingresó a la curva a una velocidad de entre 44 y 46 kilómetros por hora, información que se obtuvo a partir de los registros del GPS de la unidad, así como de videos privados y del C5.

El exceso de velocidad ocasionó que el conductor perdiera el control del vehículo, golpeara uno de los bloques del muro de contención con la parte frontal izquierda del vehículo y que la pipa volcara sobre su costado izquierdo.

Fue entonces que en la maniobra, la fricción ocasionó daños en la superficie del tanque, lo que generó la hendidura por donde se fugó el gas. Además, debido a la inercia, la unidad terminó recostada sobre su lado izquierdo.

La fiscal reiteró que la carpeta asfáltica se encontraba en condiciones adecuadas, no se registraron baches en el tramo y que la vialidad no fue pavimentada ni reparada después del incidente.

De acuerdo con los registros de telemetría GPS, proporcionados por la empresa propietaria, se acreditó que el tractocamión ingresó a la curva a una velocidad de entre 44 y 46 km/h, lo que coincide con los cálculos realizados por peritos en mecánica y tránsito terrestre.

“En un lapso corto de tiempo, la velocidad se redujo progresivamente hasta que la unidad quedó detenida después del impacto. Fue entonces cuando ocurrió la fuga y posterior inició la ignición del gas”, informó la fiscal.