A casi quince días de la tragedia en el Puente de la Concordia que ha cobrado la vida de 29 personas, una revelación de un experto de la UNAM cambia por completa la narrativa de los hechos: la pipa de gas LP nunca explotó. La verdadera causa del devastador incendio que paralizó Iztapalapa fue un fenómeno distinto y silenciosamente más peligroso.

La nube blanca: El verdadero origen del fuego en el Puente de la Concordia

Contrario a la versión inicial, el tanque del vehículo no se estalló. Según el profesor de Química de la UNAM, Carlos Antonio Rius Alonso, el accidente se originó por una fuga de combustible. Al escapar, el gas LP líquido entró en contacto con el aire, se enfrió restringido y se expandió, formando la densa nube blanca que fue captada en múltiples videos.

Esta nube, altamente inflamable, se dispersó por el viento a lo largo de la vialidad. No fue el contenedor metálico, sino esta enorme masa de gas invisible y visible la que se convirtió en una bomba de tiempo, esperando únicamente una chispa para desatar el infierno.

¿Flamazo o Explosión? La diferencia que costó vidas en Iztapalapa

Lo que testigos y medios confundieron con una explosión fue, en realidad, un flamazo de la nube de gas al encontrar un punto de ignición. El experto de la UNAM aclara que no hubo una onda expansiva tradicional de un estallido. En su lugar, el fuego recorrió la distancia que el gas había logrado abarcar.

El análisis de Rius Alonso es escalofriante: la pluma de gas pudo haber sido altamente inflamable a 120 metros de distancia y mantenerse peligrosa hasta unos 800 metros del camión. Fue la rápida combustión de este gas disperso lo que provocó las llamas de hasta 30 metros de altura que arrasaron todo a su paso. De haber explotado el tanque, la catástrofe podría haber sido aún mayor.

Aumenta a 30 el número de muertos por tragedia en Puente de la Concordia

En las últimas horas, autoridades de la Ciudad de México confirmaron el fallecimiento de Geovana, una joven de 21 años que se encontró hospitalizada en estado grave. Con su deceso, la cifra oficial de víctimas mortales por la tragedia en Iztapalapa se eleva a 30 personas.