Un estudio, publicado en la revista Cell, descubrió que algunos anticuerpos contra el SARS-CoV-2 (Covid-19) se unen a muestras de tejido de varios órganos, lo que podría desencadenar efectos secundarios no deseados.
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Inicialmente, los científicos del hospital Charite de Alemania y del Centro Alemán de Enfermedades Neurodegenerativas (DZNE) aislaron casi 600 anticuerpos diferentes de la sangre de individuos que habían superado al coronavirus, informó Medical Daily.
Por medio de pruebas de laboratorio, pudieron reducir este número a unos pocos anticuerpos que fueron particularmente efectivos para unirse al virus. A continuación, produjeron estos anticuerpos artificialmente utilizando cultivos celulares.
Los llamados anticuerpos neutralizantes identificados se unen al virus, como revela el análisis cristalográfico, y así evitan que el patógeno entre en las células y se reproduzca.
Además, el reconocimiento de virus por anticuerpos ayuda a las células inmunitarias a eliminar el patógeno. Los estudios en hámsteres, que, como los humanos, son susceptibles a la infección por Covid-19, confirmaron la alta eficacia de los anticuerpos seleccionados.
Si los anticuerpos se administraron después de la infección, los hámsteres desarrollaron, como muchos, síntomas leves de la enfermedad.
Si los anticuerpos se aplicaron de forma preventiva, antes de la infección, los animales no se enfermarían, dijo el autor del estudio, Jakob Kreye, de DZNE.
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El tratamiento de enfermedades infecciosas con anticuerpos tiene una larga historia. Para Covid-19, este enfoque también se está investigando mediante la administración de plasma derivado de la sangre de pacientes recuperados que con éste se transfieren los anticuerpos de los donantes.
