Las autoridades de Florida, Estados Unidos, tuvieron que detener a una mujer de 81 años de edad, luego de que tuviera un conflicto vecinal. ¿El problema? La adulta mayor lanzó gas pimienta a dos niñas de 3 y 6 años de edad.
La detención ocurrió el 30 de mayo de 2025, en la comunidad de Ocala, cuando las niñas jugaban lanzando burbujas de jabón en su jardín. No obstante, Ada Anderson se acercara a ellas y les arrojó el irritante, tanto a las pequeñas, como a su madre.
¿Por qué Ada Anderson arrojó gas pimienta a dos niñas?
Según el informe policial, el enfrentamiento se originó cuando las niñas de April Morant jugaban lejos de la cerca que separa ambas propiedades. En un momento, Ada Anderson comenzó a gritar insultos raciales y se acercó al límite de la propiedad mientras sostenía un objeto que Morant creyó era un arma.
“Pensé que tenía un arma, así que salté porque me sorprendió cuando se asomó por la cerca y luego roció algo”, relató la madre a la cadena CNN. El objeto resultó ser gas pimienta, al cual causó que la hija menor sufriera ardor en la nariz y tuviera que buscar agua inmediatamente.
No es la primera vez que la familia Morant enfrenta problemas con Anderson. Desde que se mudaron en noviembre de 2024, constantemente reciben insultos raciales y ataques verbales, incluso grabados en video. “Desde el primer día tengo grabaciones de ella lanzando insultos”, aseguró Morant, quien ha intentado comunicarse sin éxito con Anderson para esclarecer la situación.
¿Qué pasó con Ada Anderson?
Tras su arresto, Anderson fue liberada bajo fianza y enfrenta varios cargos de agresión, específicamente por agresión, así como por ofensas recurrentes.
Sin embargo, Morant expresó que esperaba que se incluyeran cargos por delitos de odio debido a la naturaleza racista del ataque. “Solo agresión, pero nada sobre los niños o un posible delito de odio, a pesar de todo lo que dijo mientras las rociaba”, comentó preocupada.
La familia busca ahora una orden de restricción contra Anderson y está recaudando fondos para mudarse a un lugar donde puedan vivir en tranquilidad. Morant concluyó: “No sé qué tiene en esa casa, no quiero estar cerca de ella.”