¿Podría Malta tener su primer papá? Un hombre importante de la Iglesia Católica, el cardenal Mario Grech de Malta, está ganando mucha atención en el Vaticano. Él trabaja muy de cerca con el Papa Francisco en la Iglesia sinodal, y antes también tuvo una buena relación con el Papa Benedicto XVI.
Por todo esto, mucha gente se pregunta si Mario Grech podría ser el próximo Papa. Su historia y el trabajo que hace ahora lo ponen en el centro de las conversaciones sobre lo que pasará con la Iglesia Católica en el futuro, y algunos incluso piensan que podría ser el primer Papa de Malta.
¿Cuál era la relación de Mario Grech con Benedicto XVI?
Algo muy importante en la historia de Mario Grech es su relación con Benedicto XVI, el Papa que estuvo antes de Francisco. Fue Benedicto XVI quien confió mucho en Grecia y lo nombró obispo de Gozo en 2005. Este fue un momento crucial que lo hizo una persona muy importante en la Iglesia de Malta. El cardenal recuerda con cariño ese día, diciendo que Ratzinger creyó en él cuando lo eligió obispo en 2006.
Cuando Benedicto XVI era Papa, muchos veían a Grech como un líder con ideas pasadas, parecidas a las del Papa Emérito sobre la religión y la Iglesia. Además de pensar parecido en algunas cosas, siempre respetó mucho la inteligencia y la forma de ser de Benedicto XVI. Incluso lo defendió cuando la gente no lo entendía bien, comparándolo con un payaso que dice la verdad, pero nadie le hace caso. Esta relación hace que la figura del cardenal sea aún más interesante ahora en el Vaticano.
¿Quién es Mario Grech, el posible primer Papa originario de Malta?
Nacido en un pueblo de Malta en 1957 y forjado como sacerdote en 1984. Mario Grech estudió mucho sobre filosofía, religión y leyes de la Iglesia en diversas universidades importantes de Roma. Después de sus estudios, volvió a Malta y trabajó en varias cosas, como ayudar en la iglesia y enseñar sobre las leyes de la Iglesia.
En 2005, el Papa Benedicto XVI lo nombró obispo de una región de Malta llamada Gozo, y estuvo en ese puesto hasta 2019. Luego, el Papa Francisco le dio un trabajo muy importante en el Vaticano: ser el secretario general del Sínodo de los Obispos. Esto lo convirtió en una persona clave en los cambios y nuevas formas de trabajar que el Papa Francisco está impulsando en la Iglesia. Finalmente, en 2020, el mismo Papa Francisco lo nombró cardenal.