Un juez en California dictó una nueva sentencia para los hermanos Lyle y Erick Menéndez, condenados por el asesinato de sus padres en 1989. La resolución modifica su condena original de cadena perpetua, sin derecho a la libertad condicional, a una pena de 50 años a cadena perpetua.
La sorpresiva decisión se dio a conocer al final de una audiencia que tardo dos días, en la cual se revisó el caso de los hermanos, quienes fueron sentenciados por homicidio con agravantes tras asesinar a sus padres en la sala de estar.
¿Qué dijo el juez del caso de los hermanos Menéndez?
De acuerdo con CNN, el juez Michael Jesic no había dado señales claras sobre el momento ni la forma de su decisión, reconociendo la complejidad del caso y el hecho de que las víctimas también son familiares de los acusados y han expresado apoyo hacia ellos.
El fallo se dio pese a la oposición del actual fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, Nathan Hochman, quien ha cuestionado la revisión de la sentencia.
El año pasado, su predecesor, George Gascón, había recomendado una sentencia revisada con posibilidad de libertad condicional.
Nueva sentencia de los hermanos Menéndez abre la posibilidad a libertad condicional, dictamina un juez https://t.co/3PC7n0rYHG
— CNN en Español (@CNNEE) May 14, 2025
Buscan otras vías para obtener su libertad
Los hermanos Menéndez continúan explorando otras opciones legales para lograr su liberación. Ya que tienen programada una audiencia ante la junta de libertad condicional el próximo 13 de junio, como parte de una solicitud independiente.
También han presentado una petición de habeas corpus es decir, examinar la legalidad de las órdenes de aprehensión ya ejecutadas y la causa de ellas, para solicitar un nuevo juicio y han solicitado clemencia al gobernador del estado, lo que podría traducirse en una liberación inmediata.
Durante la audiencia, el abogado defensor Mark Geragos expresó su deseo de que el juez redujera la condena aún más, incluso a homicidio intencional con sentencia cumplida.
Sin embargo, los hermanos han sostenido por años que los asesinatos fueron en defensa propia, luego de sufrir abusos sexuales y psicológicos por parte de su padre.
Sus familiares han respaldado esta versión y afirman que los hermanos han mostrado señales de arrepentimiento y rehabilitación. Argumentan que la sentencia debería reconsiderarse a la luz de una mayor comprensión sobre el impacto del abuso infantil.
El futuro de Lyle y Erik Menéndez ahora depende de varias instancias, incluida la junta de libertad condicional y el gobernador, quienes deberán decidir si los hermanos pueden finalmente salir de prisión tras más de tres décadas encarcelados.