El Rancho Izaguirre huele a Ayotzinapa; ambos, monumentos a la impunidad
Otra herencia maldita del obradorismo es la distorsión de la justicia en el caso Ayotzinapa, ahora quieren repetir el modelo en el Rancho Izaguirre.
El obradorismo es la distorsión de la justicia en el caso de Ayotzinapa, ya que impulsaron la impunidad, liberaron detenidos y crearon una cortina de humo utilizando a exfuncionarios como chivos expiatorios, ahora quieren repetir el modelo en el Rancho Izaguirre.
Del Rancho Izaguirre, conocido como el campo del exterminio, no hay esclarecimiento, las madres los buscan y desentierran la verdad, mientras ellos, lo que se dicen que investigan, sepultan la justicia.
¿Se repite la historia de Ayotzinapa?
Cada día, es más confuso, del horror y el exterminio, poco o nada se habla, pero sí de las culpas y responsabilidades, los de Jalisco dicen, que no era un secreto a voces, porque los de la federación lo sabían.
“Este lugar fue descubierto por un operativo de la Guardia Nacional, la cual fungió como primer respondiente el 18 de septiembre de 2024”, dijo Salvador González, fiscal de Jalisco
Por su parte, la Fiscalía General de la República (FGR), sin rubor alguno, se sacudió la culpa: “Las diligencias ministeriales del fuero común que se hicieron en este caso, en septiembre y octubre del año pasado, no realizaron el rastreo de indicios o huellas de los hechos” mencionó Alejandro Gertz Manero, fiscal General de la República.
La cortina de humo se levanta, pero parece que es una historia que ya se contó, el caso del Rancho Izaguirre, huele a Ayotzinapa, y viene a la memoria que de la desaparición de los 43, hubo una primera conclusión.
El crimen organizado los secuestró, los cremó y después sus restos los abandonaron en el Río San Juan, “Es la verdad histórica, basada en las pruebas aportadas por la ciencia”, dijo Jesús Murillo Karam en aquel momento.
Morena en el poder, caso Ayotzinapa y Rancho Izaguirre
Pero llegaron al poder los de Morena, prometieron esclarecimiento, echaron a la basura la investigación priista para emprender la propia, llamando, crimen de estado; “ Y huele a podrido, ya es el momento de hacer cambios profundos”, mencionó Alejandro Encinas.
Comenzó la pesquisa, Murillo Karam se fue a la cárcel por tortura, delitos contra la administración de justicia y la desaparición forzada de personas. Otros funcionarios más, fueron señalados como culpables de una investigación deficiente y otros más están prófugos de la justicia.
La indagatoria casi coincide con la de Murillo, el crimen organizado en contubernio con policías municipales, los desaparecieron, hablaron de participación y encubrimiento del ejército.
Se inició proceso contra 151 implicados, pero no hay sentencias, llegó el tiempo de partir y las conclusiones nunca llegaron, como lo habían prometido: “Se avanzó no como quisiéramos, pero no es un expediente cerrado, va a continuar la investigación”, explicó Andrés Manuel López Obrador, expresidente de México.
Los deudos siguen sin justicia, por eso marchan, protestan y exigen en las calles, las historias son distintas, y la región no es la misma, pero huelen a lo mismo, a justicia politizada, el caso del Rancho Izaguirre está a nada de ser un monumento a la impunidad, como lo es Ayotzinapa.