El robo de combustible en Veracruz, lejos de disminuir, parece haberse consolidado como una industria criminal con una logística y estructura que desafían a las autoridades. A diez meses de que la violencia por el control de este delito recrudeciera en el estado, los grandes decomisos contrastan con una realidad alarmante: la ausencia de detenidos y la expansión de las redes de este delito.

El caso más reciente y evidente ocurrió el pasado 8 de julio, cuando fuerzas federales desmantelaron un predio en el municipio de Las Vigas de Ramírez, donde aseguraron casi un millón de litros de crudo, 64 vehículos, tres cisternas y contenedores; sin embargo, a pesar de la magnitud del golpe, no se reportaron arrestos.

¿Qué está pasando en Veracruz con el robo de combustible?

Este patrón no es nuevo. Semanas antes del hallazgo en Las Vigas, fue localizada una mini-refinería clandestina en el sur del estado, otro golpe mediático que tampoco se tradujo en capturas significativas. La percepción en la entidad es que, mientras los ductos siguen siendo perforados, la impunidad se impone.

Ante los cuestionamientos, la responsabilidad parece diluirse. El gobernador Cuitláhuac García ha señalado que la investigación recae en el ámbito federal, específicamente en la Fiscalía General de la República (FGR).

“Toda la investigación la lleva la Fiscalía General de la República, toda esa zona (...) está llena de ductos de Pemex (...) yo voy a ser prudente esperando a que la Fiscalía General de la República del informe completo, responsables”, ha mencionado el mandatario estatal.

Huachicol en Veracruz: Detectan 58 tomas de combustible y el negocio sigue intacto
Tomas clandestinas de combustible en el estado de Veracruz | FIA

Veracruz, territorio de ductos de combustible perforados

Las cifras confirman que el problema está lejos de ser controlado. De acuerdo con datos del Observatorio Ciudadano del Instituto para la Gestón, Administración y Vinculación Municipal (IGAVIM), de enero a marzo de 2025, Veracruz se posicionó entre los 12 estados con mayor incidencia de tomas clandestinas en el país.

Durante ese trimestre se detectaron 58 tomas ilegales, con dos municipios encabezando la lista de actividad huachicolera:

  • Tierra Blanca: 17 tomas clandestinas.
  • Juan Rodríguez Clara: 14 tomas clandestinas.

Estas estadísticas demuestran que la operación de estas redes criminales no solo es cada vez más evidente, sino que su capacidad logística parece superar la estrategia de las autoridades, convirtiendo vastas zonas del estado en un paraíso para el robo de hidrocarburos.