Pipas de AMLO: La estrategia millonaria que agravó el robo de combustible
Transportar gasolina por pipa es hasta 12 veces más caro que hacerlo por ducto, lo que incrementó significativamente los costos logísticos para PEMEX.
En 2019, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) implementó la compra de 612 pipas para combatir el robo de combustible en los ductos de PEMEX; sin embargo, lejos de resolver el problema, el saqueo aumentó seis veces y las pérdidas económicas se quintuplicaron.
¡Otra estrategia fallida! Expertos denuncian opacidad, falta de resultados y costos de transporte hasta 12 veces mayores. Fuerza Informativa Azteca (FIA) revela como la promesa que prometía acabar con el robo de gasolina, terminó agravando la crisis y generando dudas sobre la transparencia y eficacia gubernamental.
El gobierno de AMLO y la compra de pipas: ¿Solución o fracaso?
En 2019, el gobierno de AMLO anunció la compra de 612 pipas o autotanques para transportar gasolina y acabar con el robo de combustible en los ductos de PEMEX. La medida, ejecutada sin licitación pública y con poca transparencia, fue presentada como una solución urgente al desabasto y al mercado ilícito de hidrocarburos.
¡Sin planeación! Lejos de reducir el robo de combustible, los datos oficiales muestran un incremento alarmante. Las tomas clandestinas pasaron de 1,700 en 2018 a casi 9,000 al cierre de 2024. “No, al contrario, se disparó 6 veces con respecto al 2018”, explicó Raymundo Tenorio, profesor emérito del TEC de Monterrey.
Las pérdidas económicas también se dispararon: de 4.6 mil millones de pesos en 2019 a más de 20 mil millones en 2023, con un promedio de 24 mil barriles robados diariamente.
Opacidad y sobrecostos en la compra de pipas
¿Un robo? La Auditoría Superior de la Federación detectó que más de 99 millones de dólares destinados a la compra de pipas no fueron debidamente comprobados. “El proceso de compra fue muy complicado. La rendición de cuentas completamente ambigua. Nos invita a pensar que esto fue un esquema netamente inapropiado para hacerse de recursos”, señaló José Oliver Ambía, especialista en economía y finanzas.
Mover gasolina por pipa resultó hasta 12 veces más caro que por ducto. “No valió la pena, porque los costos. Se multiplicaron por 12 veces más”, afirmó Tenorio. Además, la capacidad logística fue insuficiente: “Es imposible mover los millones de litros que se consumen día a día en México. Es una incapacidad del gobierno”, concluyó Rodolfo Lacy, doctor en ciencias e ingenierías ambientales.
A pesar de la millonaria inversión y el discurso oficial, el robo de gasolina no solo no disminuyó, sino que aumentó drásticamente, generando mayores pérdidas y evidenciando graves problemas de transparencia y eficacia en la gestión pública.
