La violencia volvió a estremecer a Queréndaro, Michoacán. La noche de este viernes 1 de agosto, un grupo armado atacó la casa de la alcaldesa Diana Caballero Romero, ubicada en la colonia Centro. Los agresores no solo irrumpieron con lujo de violencia, sino que le prendieron fuego a la vivienda, provocando una intensa movilización de las corporaciones de auxilio.
El ataque ocurrió cerca de las 21:30 horas, en la calle Bordo del Río, esquina con 18 de Marzo, donde los vecinos reportaron la presencia de hombres armados que irrumpieron violentamente en el domicilio. Hasta el momento no se reportan personas lesionadas, pero sí pérdidas materiales considerables.
Horas antes de este hecho, también fue vandalizada la casa del síndico municipal, lo que evidencia un patrón de intimidación contra las autoridades locales.
#LoÚltimo | En #Michoacán, criminales queman casa de presidenta municipal de #Queréndaro y vandalizan vivienda del síndico. pic.twitter.com/1ga1jK7T6Z
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) August 2, 2025
Diana Caballero ya había denunciado amenazas a inicios del año
Este ataque no fue un hecho aislado. En enero de 2025, la propia alcaldesa había denunciado públicamente las amenazas que recibió por parte de grupos criminales que operan en la región, los cuales intentan controlar la zona metropolitana de Morelia.
En ese entonces, Diana Caballero, quien llegó al cargo bajo las siglas del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), cedió la seguridad del municipio al gobierno estatal, al considerar que ya no podía garantizar el orden por su cuenta.
Gobernar entre amenazas y cacicazgos en Queréndaro
Desde su campaña, la alcaldesa de Queréndaro ha vivido bajo presión. Ha señalado que tanto grupos delictivos como cacicazgos políticos han intentado coartar su capacidad de gobernar libremente. La situación ha sido tan grave que solicitó seguridad personal para poder ejercer sus funciones, en un municipio que se ubica a tan solo una hora de Morelia, la capital del estado.
La violencia política se ha vuelto una constante en Michoacán, donde los alcaldes y funcionarios viven con el miedo de ser blanco de amenazas, agresiones o atentados.
Tras el ataque, las autoridades estatales no han emitido información oficial sobre los responsables o avances en la investigación. Sin embargo, los habitantes exigen mayor presencia policiaca y resultados concretos ante una ola de violencia que no da tregua ni a sus gobernantes.