En un rincón del norte de Sinaloa, alejado del eco de la auténtica guerra entre el Cártel de Sinaloa que ha afectado a la entidad durante los últimos 10 meses, se encuentra un tesoro viviente que nada en las aguas de la bahía. Se trata de “El Pechocho”, un delfín nariz de botella que, en lugar de temer a los humanos, ha forjado una amistad de décadas con los habitantes y turistas del puerto de Topolobampo.

Este carismático mamífero se ha convertido en la prueba de que Sinaloa es también un estado de maravillas naturales, ofreciendo una historia de convivencia y esperanza en el municipio de Ahome.

¿Quién es “El Pechocho”? El delfín con más de 30 años de amistad en Topolobampo

La historia de “El Pechocho” comenzó hace más de 30 años en la zona conocida como la Ensenada de El Bichi. Según los locales, fueron los pescadores quienes lo descubrieron entre los manglares y, notando su inteligencia y carácter dócil, comenzaron a interactuar con él.

El nombre, tan peculiar como el propio delfín, nació del cariño de estos hombres de mar. “Todo el tiempo para dirigirse al delfín le decían '¿dónde estas mi hermoso, mi precioso?'", relata José Guadalupe Elguezabal, habitante de Topolobampo. De “precioso” derivó el apodo con el que hoy es conocido en todo el mundo: “El Pechocho”.

El delfín más famoso de Sinaloa: Así es “El Pechocho”

Lo que hace a “El Pechocho” tan especial es su asombrosa capacidad para convivir con las personas, a pesar de ser una especie silvestre que vive en total libertad. Para los turistas, el encuentro es una experiencia inolvidable que marca su paso por Sinaloa.

“El Pechocho” no es solo una atracción, es el corazón de el delfín de Topolobampo
“El Pechocho” no es solo una atracción, es el corazón de Topolobampo, en especial por su manera de convivir con las personas | FIA

“Qué divino, ¿verdad?, qué ternura. Quienes vienen, seamos de la localidad, de Sinaloa y también internacional, se van encantados. Como que él tiene mucho cariño por recibir y también da ese cariño, tienen que vivirlo”, comenta Arianna Carrera, promotora turística de la zona.

Este famoso delfín incluso ha desarrollado una forma muy particular de comunicarse. Cuando no está de humor o se siente abrumado por la energía de los visitantes, simplemente busca un palo de madera, sale a la superficie con él en el hocico y se aleja. "Él descarga esa energía, se ‘achicopala’, agarra el palo para disipar la mala energía que agarra de tu cuerpo”, explica José Guadalupe.

El Pechocho” no es solo una atracción, es el corazón de Topolobampo y un claro ejemplo de que, más allá de las dificultades, la riqueza natural y la calidez de su gente son el verdadero rostro de Sinaloa.