¡Date cuenta! Gastar dinero en tonterías: Legisladores aprueban presupuesto multimillonario
1 de 4 pesos que pagamos de nuestros impuestos es para pagarle a la burocracia, que años tras año gastan millones de pesos sin garantizar nuestra seguridad.
Hace apenas unos días, la Cámara de Diputados dio luz verde a un presupuesto histórico de 9.3 billones de pesos para el 2025. Si bien esta cifra es impresionante, también genera cuestionamientos entre los ciudadanos sobre la forma en que estos recursos serán administrados y si realmente beneficiarán a la población mexicana.
Un punto que ha generado críticas es el destino del 25% de estos recursos, equivalente a uno de cada cuatro pesos, que sirven para pagar salarios y prestaciones de la burocracia. Este porcentaje refleja el peso económico de mantener a la estructura gubernamental, conocida popularmente como “la casta dorada”.
Pemex y CFE absorben muchos recursos públicos
Otro aspecto polémico es el financiamiento a empresas productivas del Estado como PEMEX y la CFE , que llevan varios años enfrentando problemas financieros y requieren cuantiosos recursos públicos para mantenerse operativas. A esto se suma el gasto en proyectos de infraestructura como trenes y aeropuertos que, según algunos críticos, carecen de demanda real y operan con baja rentabilidad.
Los subsidios y programas sociales también han sido tema de discusión. Si bien están diseñados para apoyar a sectores vulnerables, también han sido señalados como herramientas para fortalecer redes clientelares.
¿Realmente los gastos millonarios que hace el gobierno nos están beneficiando?
A pesar de este elevado gasto, los ciudadanos cuestionan si estos recursos han generado mejoras palpables en su calidad de vida. Problemas como la inseguridad , los homicidios, la extorsión y la falta de garantías para salir a las calles con tranquilidad siguen siendo una preocupación diaria.
Es importante remarcar que el principal propósito de los impuestos debería ser garantizar la seguridad y el bienestar de la población. Sin embargo, el debate sobre las prioridades del gobierno persiste, mientras el descontento ciudadano crece ante la percepción de que los recursos se destinan a proyectos cuestionables sin resolver los problemas fundamentales del país.
