Ecocidio con uniforme: Militares destruyen la Laguna de Bacalar
La voz de Gustavo Tut representa el llamado urgente para proteger la naturaleza y los derechos de los pueblos originarios frente a la impunidad y la corrupción.
Gustavo Tut, indígena maya y habitante de Bacalar, se ha convertido en uno de los pocos valientes que alzan la voz para denunciar la grave destrucción que su tierra está sufriendo.
Según Gustavo, la intervención militar en la zona está acabando con lo que él llama un paraíso natural, y lo más preocupante es que esta devastación ocurre sin que existan consecuencias legales.
Destrucción ambiental sin control
“No contentos con deforestar miles de hectáreas de selva, de acabar con cenotes, cavernas y manglares por la construcción del Tren Maya, ahora la Secretaría de la Defensa Nacional pretende construir una casa de retiro para militares jubilados a la orilla de la Laguna de los Siete Colores de Bacalar”, denuncia Gustavo.
Esta construcción, asegura, se está realizando sin contar con un manifiesto de impacto ambiental, lo que implica una violación directa a la ley.
Gustavo explica que a principios de año comenzaron a escarbar y romper la orilla de la laguna para cimentar la obra, afectando un área ecológica sensible.
Esta zona alberga ecosistemas que dependen de la estabilidad del agua y la vegetación, y el relleno del terreno pone en riesgo la flora y fauna local. La comunidad teme que el daño ambiental sea irreversible.
Impunidad y corrupción
El indígena maya señala que, aunque la construcción viola varias leyes ambientales, la presencia militar parece protegerla de cualquier sanción.
“Como lo están haciendo los militares, pues eso no importa, pasan sobre la ley a pesar de que a la naturaleza la están dañando. ¿Qué otra cosa que no sea corrupción es eso?”, cuestiona Gustavo.
Por miedo a represalias o a perder apoyos sociales, habitantes no se atreven a hablar.
Alejandro Castillo, otro habitante de Bacalar, expresa su preocupación sobre la impunidad: “¿Qué vamos a hacer cuando entren en función los nuevos jueces y magistrados al servicio del estado? La ciudadanía quedará a merced de lo que disponga el gobierno, aunque trastoque la ley”.
Gustavo relata que a las comunidades indígenas les quitan sus tierras y los amenazan para que no protesten. “Es indignante ver el cinismo de las autoridades diciendo que es desarrollo para el pueblo maya, que va a resurgir, ¿cómo va a resurgir si le están quitando su tierra?”, lamenta.