Así fue la procesión y entrada de cardenales a la Capilla Sixtina para iniciar el cónclave 2025

En un ambiente cargado de espiritualidad y solemnidad, los 133 cardenales electores comenzaron oficialmente el cónclave que determinará al próximo líder de la Iglesia Católica. La jornada inició con la Misa por la elección del Romano Pontífice, presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, quien instó a sus colegas a invocar al Espíritu Santo en este momento crucial de la historia.

Tras la ceremonia litúrgica celebrada en la Basílica de San Pedro, los cardenales se dirigieron en procesión desde la Capilla Paulina hacia la Capilla Sixtina, lugar tradicional donde se desarrolla el proceso de elección del nuevo Pontífice. Ya en el interior, cada uno de los cardenales pronunció su solemne juramento de confidencialidad, comprometiéndose a guardar absoluta reserva sobre todo lo relacionado con las votaciones y deliberaciones del cónclave.

Este juramento garantiza que el proceso se lleve a cabo en un ambiente de total discreción, sin influencia externa ni filtraciones de información.

Uno de los momentos más simbólicos ocurrió cuando se pronunció la frase “Extra Omnes”, expresión en latín que significa “todos fuera”. Con estas palabras, el Maestro de Ceremonias ordenó la salida inmediata de toda persona ajena al Colegio de Cardenales. El cierre de las puertas de la Capilla Sixtina marcó el comienzo formal del cónclave, donde se celebrará la votación secreta para designar al nuevo sucesor del Papa Francisco.

Tras esta orden, los cardenales quedaron completamente aislados, custodiados por guardias que impiden cualquier contacto con el exterior. Esta tradición busca preservar la pureza del discernimiento espiritual y garantizar que la elección del nuevo Papa sea libre de presiones.

Durante este primer día de cónclave, en la que se celebró una sola votación, los cardenales no llegaron a un consenso, por lo que el humo negro fue visible desde la chimenea. En los días siguientes, los cardenales realizarán hasta cuatro votaciones diarias, divididas en dos sesiones, con la tradicional fumata (blanca o negra) indicando el resultado de cada ronda. Solo cuando uno de los candidatos obtenga los dos tercios de los votos, se anunciará el Habemus Papam.

La homilía de Giovanni Battista Re subrayó que no se trata únicamente de elegir al sucesor de un Papa, sino al sucesor del apóstol Pedro, líder espiritual de más de mil millones de católicos en el mundo.