Elotes que cambian vidas, Don Dago cambia elotes por juguetes en Tamaulipas

Desde hace 26 años, las calles de Reynosa, Tamaulipas, se visten de Navidad gracias a un personaje poco convencional, se trata de Don Dago Aguirre Reyes, un vendedor de elotes que convirtió su carrito en un trineo de esperanza para los niños.

Este hombre conocido como Don Dago, ha hecho de la temporada navideña una oportunidad para llevar alegría a los niños que se encuentran en hospitales y niños de bajos recursos.

Durante esta temporada, su negocio de elotes se transforma en un centro de acopio de juguetes, los cuales, son entregados en Nochebuena a niños internados en hospitales y a familias de escasos recursos.

Esta idea surgió de una experiencia personal, ya que Don Dago vivió de cerca la difícil situación de pasar un largo tiempo en el hospital, es por eso que decidió dedicar parte de su tiempo en llevar un poco de felicidad a los pequeños que más lo necesitan.

“Hay mucha gente que tiene enfermos, que no hay quien los visite, se la pasan solos y sin apoyo. Nosotros vamos y desde cuneros, hasta los niños con cáncer, siempre nos hemos topado con ellos”, comparte Don Dago.

Su iniciativa ha trascendido fronteras, pues año con año recorre diferentes estados de la República Mexicana, llevando juguetes y alimentos a comunidades marginadas, “Son tres estados, vamos a Nuevo León , Potosí y Tamaulipas, hasta donde nos alcance” menciona Don Dago.

Su familia se ha unido a esta causa, colaborando en la preparación de alimentos para niños y familias “La comida y todo desde temprano, ahí servimos el pollo en achiote, tamales, guisados, espagueti”, menciona familiar de Don Dago.

Para aquellos que deseen sumarse a esta bonita tradición, el puesto de Don Dago se encuentra ubicado en el bulevar Espuela y Tonga, en la colonia Sierra de la Garza. Además de poder donar juguetes, podrán disfrutar de un delicioso elote preparado con los ingredientes más frescos.

“Primero, mayonesa, chile, chile de ajonjolí para que pique un poquito más y el queso y aquí tenemos un rico y delicioso elote”, dice Don Dago.

La historia de Don Dago es un ejemplo de que la solidaridad y la generosidad no tienen límites. Su compromiso con los niños más vulnerables ha convertido su carrito de elotes en un símbolo de esperanza y amor en la comunidad de Reynosa .