La otra cara del “Bienestar": Maestros explotados y sin contrato en universidades de la 4T

Maestros denuncian ser contratados para impartir clases en las universidades de la 4T, pero la institución se niega a reconocerlos como trabajadores.

Por: Rodrigo Álvarez

Una alarmante situación ha salido a la luz en las Universidades para el Bienestar Benito Juárez: a pesar de contratar maestros para impartir clases, la institución no los reconoce como sus trabajadores, negándoles derechos laborales fundamentales. Esta controvertida práctica ha generado la queja de más de 40 docentes, de un total de 120 que fueron despedidos sin justificación alguna, revelando una precariedad laboral que contradice los principios de bienestar social.

“A nosotros nos obligaron a firmar convenios en donde teníamos que renunciar a nuestros derechos laborales y eso es violatorio de lo que está reconocido en la Constitución”, denuncia Román Rivas, exmaestro de la universidad del Bienestar Benito Juárez. La médula del problema es que, aunque los maestros trabajan directamente para la universidad, esta no les otorga el estatus de empleados.

Maestros no son reconocidos como trabajadores en universidades de la 4T

Según los docentes, muchos de ellos con trayectoria y carrera académica, fueron despedidos “sin ningún argumento válido”, sin haber sido reconocidos nunca como trabajadores. El representante legal de los maestros, Juan de Dios Hernández Monje, que lleva el caso, explica que para las Universidades del Bienestar, dirigidas por Raquel Sosa, los profesores no son considerados empleados, sino “beneficiarios” de un programa social.

“Niegan enfáticamente que fuera una relación de trabajo”, detalla el abogado. “Dice la contestación que las relaciones se rigen en este caso del organismo coordinador por el Código Civil Federal, como en la época del Porfiriato”. Esta interpretación permite a la institución evadir el reconocimiento de la relación laboral y, por ende, el otorgamiento de prestaciones.

Bajo el argumento de que los maestros son “beneficiarios” y no trabajadores, las Universidades para el Bienestar evitan otorgar cualquier tipo de prestación laboral. La situación es aún más grave: “Les expropian el producto del trabajo intelectual porque todo lo que produzcan estando al servicio del organismo coordinador es para el organismo coordinador, no tienen derecho ni siquiera a regalías de alguna investigación, algún trabajo que realizaron”, señala el representante legal. La dureza de la situación ha llevado a algunos a considerar que “los tienen en condición prácticamente de esclavos dentro de la Cuarta Transformación”.

Esta práctica va en contra de principios laborales básicos y contradice la promesa de un gobierno enfocado en el bienestar social, generando una paradoja donde una institución creada para el bien público parece estar operando bajo esquemas de precariedad laboral extrema.

Frente a esta situación, los maestros afectados han interpuesto seis amparos ante Tribunales Colegiados del Trabajo. En un avance significativo, en tres de estos amparos, los tribunales les dieron la razón. La resolución judicial confirmó que sí existía una relación patrón-empleado, la cual está amparada por el Artículo 123 de la Constitución mexicana, fundamental en materia laboral.

Los elementos clave que configuraron la relación laboral fueron la existencia de horarios de trabajo con supervisión, un salario recurrente y otros aspectos que, en conjunto, demostraron una relación de subordinación y dependencia económica.

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