El Tribunal de Justicia de São Paulo, Brasil, determinó, por orden judicial, el cese temporal de dos policías militares involucrados en un trágico incidente que resultó en la muerte de Gabriel Ferreira Messias da Silva, un repartidor de 18 años de edad en 2024.
La decisión surge tras la presentación de pruebas en video y los alegatos de manipulación de cámaras corporales, según informó la Defensoría Pública del estado el 24 de mayo de 2025.
El caso tomó relevancia luego de que la cámara del uniforme de uno de los oficiales captara el momento exacto en que se dispara contra el joven motociclista, quien cae al asfalto y suplica ayuda a los agentes.
VIDEO: Repartidor en Brasil pide no ser agredido por policías
En las grabaciones, la víctima insiste en que no es un delincuente y les pide a los policías que detengan la agresión: “No soy un criminal, no, señor... Soy un trabajador, señor. ¿Por qué me haces esto, Dios mío? Ayúdame, por favor”.
De acuerdo con la Defensoría Pública de São Paulo, uno de los policías aconsejó expresamente a su compañero que evitara el ángulo de su cámara corporal para no grabar ciertas partes del incidente.
Policías en São Paulo trataron de no enfocar la agresión con sus cámaras corporales
En dos puntos clave del video, se escucha a los oficiales decir “gira, gira, gira”, lo que, según la Defensoría, fue una instrucción para desviar las cámaras y evitar registrar lo que realmente sucedía.
Las imágenes tampoco muestran ningún arma cerca del joven en el asfalto, lo que contradice la versión policial de que Gabriel habría apuntado con un arma a los agentes y que el disparo fue realizado en defensa propia.
Según las grabaciones, el único disparo que impactó en el pecho de Gabriel fue efectuado desde el interior del vehículo policial, antes de que apareciera cualquier arma en la escena. Posteriormente, la grabación muestra a un sargento pateando una pistola en el suelo, y poco después, un revólver es “encontrado” junto al joven.
La Defensoría Pública detectó graves inconsistencias en el relato de la policía, motivo por el que solicitó la intervención del Ministerio Público. Como resultado, ambos policías fueron retirados del servicio activo y ahora la investigación continúa a cargo de la Policía Civil.
Gabriel, que no tenía antecedentes penales, fue el único de los tres motociclistas retenidos en la operación y, según el informe oficial, conducía una motocicleta sin matrícula y sin licencia. El caso sigue bajo investigación.