Filipinas vive una de las peores tragedias naturales de los últimos años. El tifón “Kalmaegi”, conocido localmente como Tino, dejó una estela de destrucción y muerte a su paso por el centro del país, en donde al menos 114 personas murieron y otras 127 siguen desaparecidas, según el Consejo Nacional de Reducción y Manejo de Riesgos de Desastres (NDRRMC).
La provincia de Cebú fue la más golpeada por la tormenta, con comunidades enteras arrasadas, viviendas reducidas a escombros, vehículos volcados y calles cubiertas de lodo. Más de 2 millones de personas han resultado afectadas por los daños materiales y la falta de servicios básicos como electricidad, agua potable y transporte. Mely Saberon, una de las damnificadas, relató entre lágrimas:“Lo hemos perdido todo. No tenemos hogar, ni comida, ni ropa. Solo necesitamos arroz, cualquier cosa para comer… pero no tenemos nada”.
Estado de calamidad nacional tras paso de tifón “Kalmaegi”
Ante la magnitud de la emergencia, el presidente Ferdinand Marcos Jr. declaró el estado de calamidad nacional, medida que permitirá acelerar la llegada de ayuda humanitaria, recursos de reconstrucción y apoyo internacional. El gobierno filipino ya coordina con agencias como la ONU y la Cruz Roja Internacional el envío de alimentos, agua y refugios temporales para los miles de desplazados.
Tres meses de desastres consecutivos en Filipinas
Filipinas enfrenta un año catastrófico en materia climática. En septiembre pasado, el supertifón “Ragasa” azotó el norte del país; en octubre, dos terremotos sacudieron el centro; y ahora, “Kalmaegi” vuelve a poner a prueba la resiliencia de millones de familias.
Solo en este 2025, el archipiélago asiático ha sufrido 20 tifones y tormentas de gran magnitud, según datos del Servicio Meteorológico Filipino (PAGASA).
El tifón “Kalmaegi” se dirige a Vietnam
Los meteorólogos advierten que el tifón “Kalmaegi” recupera fuerza sobre el Mar de la China Meridional y podría impactar las provincias centrales de Vietnam en las próximas horas. Las autoridades vietnamitas ya preparan planes de evacuación masiva y centros de emergencia; ¿hasta cuándo el planeta podrá resistir el costo humano de los desastres naturales intensificados por el calentamiento global?