“Nunca perdimos el control del avión”: Piloto Roger Castillo evita tragedia aérea en vuelo Miami-Mérida; salva 200 vidas
En el vuelo de Miami-Mérida viajaban alrededor de 200 pasajeros, quienes aplaudieron a la tripulación por aterrizarlos sanos y salvos en la Habana, Cuba.
El pasado 6 de mayo del 2025, un avión que cubría la ruta Miami-Mérida sufrió una falla en el motor, obligando a los pilotos a realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto internacional de la Habana, Cuba.
Roger Castillo, fue el piloto aviador que se convirtió en un héroe sin capa para más de 200 pasajeros, quienes le brindaron una ronda de aplausos en agradecimiento por salvarles la vida.
“Esta crisis se pudo haber convertido en una verdadera tragedia, si no hubiéramos actuado como actuamos”, declaró Roger Castillo, durante una entrevista con Fuerza Informativa Azteca.
El relato de Roger Castillo, el héroe del vuelo Miami-Mérida
Este tipo de accidentes aéreos no son algo común. Roger Castillo, piloto, explicó, que por estadística, se necesitan alrededor de 8 vidas laborales para vivir una emergencia de este tipo.
La falla del avión ocurrió en la parte del motor, la cual, por procedimiento, debe apagarse el motor, esto para evitar daños más graves en la aeronave y se convierta en una emergencia mortal.
“De momento no lo piensas, entras en un estado muy alerta (...) Y pues continuamos con los procedimientos”, compartió Roger en una entrevista con Fuerza Informativa Azteca.
Al bajar del avión, se dedicaron a las declaraciones ante las autoridades de la Habana; estuvieron alrededor de 6 horas en el aeropuerto esperando a que un avión de rescate llegara por los trabajadores y pasajeros.
Por otro lado, declaró sentirse agradecido y orgulloso de toda su tripulación, pues asegura que todo fue trabajo en equipo. El resto del equipo ayudó a que las y los pasajeros se tranquolozaran y no se perdiera la calma.
¿Qué hubiera pasado de no haber apagado el motor del avión?
Aunque Roger Castillo, explicó que no puede haber suposiciones ante una emergencia como la que vivió, compartió que en el peor de los casos, de no haber apagado el motor, este habría sufrido un año más grave, y mezclandolo con las altas temperaturas, hubiera ocasionado un incendio.
