Hace 215 años, la guerra de Independencia marcó precedente en América en defender derechos, entre ellos la libertad. Hoy parece que esa lucha se vuelve necesaria ante un gobierno autoritario que avanza sin que exista un contrapeso a sus decisiones.

Este valor humano no solo implica hacer lo que se desea, sino también tener la capacidad de decidir y actuar con responsabilidad y responsabilidad.

Ejercer la libertad implica también asumir la consecuencia de las decisiones, pero sin él, los individuos perdemos la posibilidad no solo de crear, sino también de cuestionar y crecer, pues la libertad no es solo un acto individual, sino un compromiso colectivo, mantenerla viva, conciencia y respeto por la diversidad.

Y por ello es necesario defenderla en un gobierno que con sus decisiones, no solo está minando este valor, sino también la posibilidad de crear y transformar la realidad de nuestro país.

“La Revolución de la Libertad": un recorrido por la lucha de nuestros derechos

Ley Espía, gran tropiezo para la libertad

Un ejemplo del control que busca ejercerse sobre las libertades de los mexicanos es la Ley Espía: con el pretexto de la seguridad, solicitan datos biométricos, cuyo destino y seguridad no se garantiza. Más aún obligan a todas las plataformas digitales a dar acceso a la información privada de lo que los ciudadanos hacemos en ellas; el pretexto es el control fiscal, la realidad… el control total de nuestros movimientos, pensamientos y acciones.

La geolocalización de los ciudadanos por parte de la Guardia Nacional con el “visto bueno” de un fiscal.

¿Se han dado cuenta que poco a poco los ciudadanos estamos acorralados con el pretexto de la seguridad? Los delincuentes incluso se postulan para jueces, mientras un ciudadano pierde la posibilidad de defenderse con la Ley Amparo.

La libertad de caminar por la calle sin ser asaltado, la libertad de portar cualquier objeto porque es “tentación” para la delincuencia; ahora, se acota la libertad de movimiento, incluso de hacer compras digitales.

Cuánto costará el gobierno

Todos estos caprichos del gobierno en turno tienen un precio que todos los mexicanos pagarán a través de impuestos, como los recién aprobados por la Cámara de Diputados en juegos de azar, bebidas, tabaco y videojuegos, que no se ven reflejados en la calidad de vida: ni en seguridad, ni en salud, ni en obras públicas ni en ningún proyecto palpable.

Hoy más que nunca, es apremiante defender la libertad sin importar su costo y las incomodidades que cause.