Malibú, en Estados Unidos , se encuentra en llamas. Un voraz incendio forestal ha desatado una crisis en esta icónica ciudad costera, obligando a miles de residentes a abandonar sus hogares. Las llamas, alimentadas por vientos feroces, avanzan sin control, consumiendo todo a su paso y poniendo en peligro vidas y propiedades. ¿Cómo avanza el incendio forestal Franklin?
Incendio forestal Franklin desplazó a más de 20 mil personas
El condado de Los Ángeles se encuentra en estado de emergencia debido al incendio forestal Franklin que azota la ciudad de Malibú. Este feroz incendio, alimentado por los característicos vientos de Santa Ana, ha arrasado con más de 1,600 hectáreas de terreno, obligando a la evacuación de aproximadamente 20,000 residentes.
Las llamas, que se iniciaron el lunes por la noche, han consumido al menos siete estructuras y causado daños a otras nueve, incluyendo la residencia del concejal local.
Bomberos de Malibú han logrado controlar solo el 7% del incendio
Los bomberos se enfrentan a condiciones extremadamente desafiantes, con fuertes vientos y baja humedad que dificultan las labores de extinción. A pesar de los esfuerzos de más de 1,500 bomberos, el incendio ha alcanzado solo un 7% de contención.
La Universidad Pepperdine se ha visto obligada a cancelar clases y exámenes debido a la proximidad del fuego.
Testimonios de los afectados por el incendio en Malibú: Historias de supervivencia y pérdida
Residentes de Malibú han compartido sus experiencias aterradoras, tal es el caso de Bruce Silverstein, concejal de la ciudad, relató cómo él y su familia tuvieron que evacuar su hogar mientras observaban impotentes cómo el fuego se propagaba rápidamente .
Cuando salimos por la puerta el cielo estaba rojo, así que decidimos que teníamos que escapar de allí. Estábamos viendo esto anoche en nuestra cámara Ring.
La respuesta de las autoridades de Malibú: ¿Están haciendo lo suficiente?
El incendio Franklin ha dejado una profunda huella en la comunidad de Malibú. Además de las pérdidas materiales, los residentes se enfrentan a una gran incertidumbre y ansiedad. Los centros de evacuación se han visto abarrotados, y muchas familias han perdido todo lo que poseían.
“Debí haber tenido como 30 minutos para correr y tratar de sacar los caballos y no sabíamos qué íbamos a hacer, no podíamos dejarlos en el granero. Gracias a Dios no los dejamos en el granero porque se quemó.”, contó en entrevista Linda Michel, residente afectada.