Una escena insólita llamó la atención durante la cumbre celebrada el viernes 15 de agosto de 2025 en Anchorage, Alaska, entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia. Y es que según un reporte difundido por el canal de televisión estatal ruso Russia-1, el presidente ruso Vladimir Putin regaló una motocicleta nueva modelo Ural a un residente local identificado como Mark Warren.

La entrega tuvo lugar en el estacionamiento del hotel donde se hospedaba la delegación rusa, momento en que un empleado de la embajada rusa en Estados Unidos, Andrey Ledenev, entregó las llaves de la moto a Warren, y explicó que se trataba de un regalo personal del presidente ruso.

Warren, un hombre de cabellera blanca y lentes, mostró su satisfacción mientras revisaba la motocicleta. “Me gusta mi otra motocicleta, pero esta obviamente es mucho mejor. Es más nueva, más precisa, tiene mejor manejo. Es una máquina más agradable”, explicó el hombre.

¿Por qué Putin regaló una motocicleta a un hombre en Rusia?

El gobierno de Putin regaló esta motocicleta a Warren, un inspector de bomberos jubilado, una semana después de que una entrevista con él se viralizara en Rusia, donde él declara que ya tenía una moto de la misma marca que compró a un vecino, pero tenía dificultades para hallar refacciones.

El gesto del presidente Putin sorprendió a muchos, especialmente porque la motocicleta Ural cuenta con una historia ligada a la extinta Unión Soviética: su fábrica original fue fundada en 1941 en lo que entonces era territorio soviético.

No obstante, la producción actual de Ural se traslada a Kazajistán, luego que la empresa retirara toda su fabricación de Rusia tras el inicio de la guerra en Ucrania. Warren mismo admitió que mantener su antiguo vehículo resultaba complicado debido a que la planta está ubicada en Ucrania.

Así le entregaron la moto a Mark Warren

El encuentro entre los medios rusos y Warren fue casual, cuando reporteros de Russia-1 admiraron la motocicleta antigua en las calles de Anchorage. Durante la conversación, Warren destacó que espera que la cumbre entre Putin y Trump contribuya a resolver el conflicto entre Ucrania y Rusia, un sentimiento que ratificó con un simple “Sí, será bueno.”

Ural mantiene su sede en Washington, Estados Unidos, pero sus motocicletas se ensamblan principalmente en Kazajistán, producto de los cambios logísticos derivados del conflicto entre Rusia y Ucrania.