La chaqueta negra con las siglas de ICE era la coartada perfecta. Oculta tras unas gafas de sol y una mascarilla, la mujer se acercó a la recepcionista del hotel en Panama City, Florida, con la seguridad que confiere la autoridad de agente federal. Mostró una identificación que parecía oficial y le ordenó a la joven empleada, paralizada por el miedo, que la siguiera a un sedán plateado. No hubo preguntas. Pero no era una redada de inmigración; era un secuestro.
La supuesta agente, según la policía, no era más que una expareja que aprovechó el clima de deportaciones masivas para cometer un crimen y, presuntamente, asesinarla.
Este incidente no es un caso aislado. Una revisión de denuncias judiciales, publicaciones en redes sociales y noticias locales ha identificado al menos dos docenas de incidentes de personas que se hicieron pasar por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en 2025.
Los motivos varían desde la intimidación política hasta el secuestro, el robo, la agresión sexual y la violación. La cifra enciende las alertas: más casos en lo que va de año que durante los cuatro mandatos presidenciales anteriores combinados, desde el inicio de la administración Obama evidencia una investigación de nuestra alianza con CNN.
“He trabajado en esto durante 38 años y nunca había visto casos que involucraran la suplantación de identidad de agentes del ICE antes de que Donald Trump ganara por segunda vez”, afirma el fiscal de distrito de Filadelfia, Larry Krasner, cuya oficina procesa dos de estos casos.
Expertos y funcionarios vinculan este alarmante aumento con las tácticas agresivas de la administración Trump, particularmente el uso generalizado de mascarillas por parte de agentes que a menudo visten de civil durante las redadas, una imagen viralizada hasta la saciedad en redes sociales.
¡Guerra en la frontera!
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) October 3, 2025
El flujo ilegal de armas desde #EU se ha vuelto el motor para que la #violencia en México se extienda en gran parte del territorio.
Nuestros especialistas analizan el operativo binacional más importante para frenar este clase de crimen, poniendo en… pic.twitter.com/ZSOMgdS0Wg
La máscara como catalizador del caos
Cuando los agentes federales cubren sus rostros, la capacidad del ciudadano para discernir entre un oficial legítimo y un criminal se desvanece. “Es muy fácil para alguien disfrazarse y actuar como estos agentes”, explica Mike German, un exagente del FBI a CNN. “Y como estos agentes han sido tan agresivos en público sin identificarse, esto genera miedo, y ese miedo es una oportunidad para un delincuente”.
ICE defiende el uso de mascarillas como una medida de protección necesaria para sus agentes, citando un aumento de amenazas violentas y protestas masivas en ciudades como Los Ángeles. La agencia insiste en que sus agentes “siempre tienen sus credenciales visibles y anuncian claramente quiénes son” y condena enérgicamente la suplantación de identidad.
Sin embargo, la realidad en las calles es diferente. La oleada de imitadores ha coincidido con un verano de redadas intensificadas, impulsadas por una cuota impuesta por el subsecretario de la Casa Blanca, Stephen Miller, que exigía a los agentes arrestar al menos a 3 mil personas al día. A medida que los videos de detenciones en la vía pública inundaban internet, la imagen del agente de ICE enmascarado y sin uniforme se normalizó, proporcionando un manual de instrucciones visual para cualquiera que quisiera explotar el pánico.
La política migratoria de #EU se recrudece con detenciones y abusos por parte del ICE pero, ¿cómo impacta esta persecución en la comunidad migrante?
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) October 2, 2025
En este capítulo se analiza la influencia de esta mano dura en la intención de voto de la población latina en las próximas… pic.twitter.com/5fgMng8Ueu
Delincuentes con insignia prestada
Lejos de las estafas financieras que caracterizaron a los impostores de ICE en años anteriores, la nueva ola de criminales utiliza el disfraz para cometer actos de violencia extrema. El secuestro de Merika Senior en Florida, orquestado por Latrance Battle, es uno de al menos ocho casos violentos identificados este año.
Battle, quien se declaró inocente, presuntamente utilizó una radio portátil para simular comunicación oficial, convenciendo a su víctima de que se dirigían a una comisaría. Fue solo cuando el coche se desvió de la ruta que Senior, en un acto de valentía, logró escapar y llamar al 911.
En Filadelfia, Robert Rosado, de 54 años, entró en un taller mecánico el 8 de junio con un chaleco táctico, una placa y una pistola. Anunció que era del ICE, ató al último empleado con bridas y robó mil dólares de la caja. Es el único caso de 2025 que ha resultado en cargos federales por imitar a un oficial. En Delaware, dos hombres enmascarados con chalecos de “ICE” realizaron una falsa parada de tráfico, asaltaron al conductor a punta de pistola y cuchillo y lo golpearon antes de huir. Aún siguen prófugos.
El disfraz también ha servido como tapadera para la violencia sexual. En Carolina del Norte, Carl Bennett presuntamente amenazó con deportar a una mujer si no mantenía relaciones sexuales con él. En Brooklyn, Leon Howell se identificó como agente del ICE para forzar a una mujer a un sótano, donde la golpeó y la violó. Ambos enfrentan cargos graves.
En Colorado Springs, Antonio Mellon, de 22 años, mostró una placa falsa del ICE en un supermercado para justificar portar un arma. Cuando la policía fue a arrestarlo, se atrincheró con dos niños pequeños, desatando un tenso enfrentamiento.
El performance político y la viralidad
No todos los imitadores buscan cometer delitos violentos. Una nueva vertiente de impostores utiliza el uniforme del ICE para la provocación política y la viralidad en redes sociales.
En Tacoma, Washington, Ilya Kukhar, de 27 años, pegó un emblema falso de ICE en su camioneta y condujo erráticamente por el estacionamiento de una tienda de comestibles ucraniana, aterrorizando a clientes y empleados, muchos de ellos inmigrantes. Su defensa: era una “parodia para YouTube que se salió de proporción”.
En una manifestación contra Trump en Miami, un padre y su hijo se vistieron con chalecos tácticos y una gorra del ICE para interrumpir la protesta. “Fue divertido ser agente del ICE por un día”, publicó el padre en redes sociales, junto a fotos de un arsenal de rifles de asalto y un mensaje incitando a la violencia.
En la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), un joven se jactó en un video viral de haber comprado una chaqueta del ICE en Amazon por 29,99 dólares (551 pesos mexicanos) . Su entretenimiento, según él, consistía en ir a un Home Depot en una ciudad santuario y ver a los inmigrantes “empezar a huir”.
¡Detienen a influencer durante redada del ICE!
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) August 17, 2025
La influencer colombiana Tatiana Martínez fue detenida en Los Ángeles, #California, durante una transmisión en vivo por redes sociales.
Los hechos ocurrieron cuando la mujer documentaba un operativo por partes de agentes del… pic.twitter.com/LmeOa7NH1l
Una fractura institucional
La respuesta de las autoridades ha sido fragmentada y, según los críticos, insuficiente. Legisladores demócratas en varios estados han propuesto leyes para prohibir el uso de máscaras a los agentes de ICE. California se convirtió en el primer estado en hacerlo, con una ley firmada por el gobernador Gavin Newsom que entrará en vigor en enero. La Casa Blanca declaró la ley inconstitucional y afirmó que ICE no la acatará, calificándola de un “intento flagrante de poner en peligro a nuestros agentes”.
El juez federal de distrito William Young en Boston, en un fallo contra la represión de la administración Trump a manifestantes, calificó la justificación de ICE para el uso de mascarillas de “falsa, vil y deshonrosa”. “ICE se enmascara por una sola razón: aterrorizar a los estadounidenses y obligarlos a callar”, escribió Young. “En toda nuestra historia, jamás hemos tolerado una Policía secreta armada y enmascarada”.
A pesar de la gravedad de los crímenes, el Departamento de Justicia ha permanecido notablemente ausente. La falta de enjuiciamientos federales –solo uno en dos docenas de casos– contrasta fuertemente con administraciones anteriores, donde aproximadamente la mitad de los casos de impostores de ICE eran procesados a nivel federal.
Esta inacción, advierten legisladores locales, envía un mensaje peligroso. “Creo que esto crecerá exponencialmente porque esos individuos han visto que el gobierno federal no está dispuesto a hacerlos responsables”, advierte Miguel Arias, miembro del concejo municipal de Fresno, California a CNN.
“Eso envía un mensaje muy claro a estas personas: que el público en general es blanco legítimo y que pueden seguir haciéndose pasar por agentes del orden público y violando nuestros derechos constitucionales y nuestra sensación de seguridad en nuestros propios vecindarios”.