Una empleada doméstica de 46 años de edad fue detenida en la colonia Merced Gómez, dentro de la alcaldía Álvaro Obregón, tras ser acusada por su empleadora de robar una considerable cantidad de dinero en efectivo de una caja de seguridad, en el poniente de la Ciudad de México (CDMX).

La mujer arrestada argumentó que fue víctima de un engaño telefónico, pues dicha estafa de “El Patrón”, en el que un hombre se hizo pasar por su jefe para darle la orden.

A través de sus canales oficiales, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC CDMX) informó que la mujer fue puesta a disposición del Ministerio Público, quien determinará su situación jurídica y su posible rol como víctima o partícipe en el robo.

Así fue la supuesta estafa a empleada doméstica de la Merced, CDMX

Según la versión de la empleada doméstica, todo comenzó con una llamada telefónica. Un hombre al otro lado de la línea se identificó como su “patrón” y, argumentando una emergencia, le dio instrucciones precisas: debía tomar el dinero de la caja de seguridad de la casa y entregárselo a una persona que la esperaba afuera, a bordo de un vehículo de color azul.

Siguiendo las órdenes que creía legítimas, la mujer procedió a entregar el efectivo.

Capturan a la empleada de la Merced; la denunció la víctima de 76 años

Poco después, la dueña del inmueble, una mujer de 76 años, se percató del faltante y solicitó ayuda a las autoridades a través de una alerta al C2 Poniente.

Oficiales de la Policía Bancaria e Industrial (PBI) acudieron al domicilio, ubicado en la avenida Centenario y la calle General Anaya. En el lugar, la propietaria señaló directamente a su empleada como la responsable del robo.

Ante la imputación directa, y en apego al protocolo, los policías detuvieron a la mujer de 46 años, quien fue trasladada a la agencia del Ministerio Público para que se inicie la investigación correspondiente.

Este tipo de engaño es una modalidad de extorsión y estafa conocida por las autoridades. Los delincuentes suelen obtener información de sus víctimas a través de redes sociales o ingeniería social para hacer la llamada más creíble. Crean un escenario de falsa emergencia (un accidente, un problema legal) y se aprovechan de la confianza y la posición de los empleados para que actúen con rapidez y sin consultar, logrando así que les entreguen dinero, joyas u objetos de valor.