El narco y la corrupción están presentes en ambos lados de la frontera. Tanto en México como en Estados Unidos las personas y las dependencias encargadas de resolver el problema del tráfico de drogas han caído en una guerra que resulta prácticamente imposible.
Por ejemplo, en el caso de México, el encargado de la seguridad, Genaro García Luna, está siendo juzgado en Estados Unidos por haberse coludido con los malosos durante el sexenio de Felipe Calderón, quien abiertamente declaró la guerra contra el narco.
Pero esto no es algo exclusivo de nosotros pues también en los Estados Unidos se ha hablado de que la guerra contra el narcotráfico es una misión prácticamente imposible. Basta ver los siguientes ejemplos.
La guerra vs. José Irizarry
José Irizarry fue un agente de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) que con el paso de los años se corrompió junto a “docenas de agentes federales, fiscales e informantes” de los Estados Unidos, según dijo antes de su caída.
Irizarry fue detenido en 2020 y catalogado por la prensa extranjera como “el agente más corrupto en la historia de la DEA” y se dejó de lado la investigación a los colaboradores de los que habló en los últimos momentos de su libertad. ¿Cómo puede hablarse de una guerra en estas condiciones?
La guerra vs. Nicholas Palmeri
Nicholas Palmeri era director regional de la DEA en México y Centroamérica, la oficina más importante porque se encarga de monitorear el traslado de drogas en el principal corredor de narcóticos del mundo.
En marzo de 2021, Palmeri fue destituido misteriosamente de su cargo por los directivos de la DEA en los Estados Unidos y no fue hasta que a principios de 2022 una investigación periodística reveló que el director regional de la DEA fue removido de su cargo por nexos con los abogados de los grandes narcos de México. ¿Cómo puede hablarse de una guerra en estas condiciones?
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La guerra vs. Marco Merino y John Kotchkoski
Y si se pensaba que la corrupción solo se encuentra en las altas esferas del gobierno de los Estados Unidos, no se podría estar más equivocado pues, como en México, los policías gringos también están involucrados en el narco y el crimen organizado.
En 2021 fueron descubiertos los policías “antidrogas” Marco Merino y John Kotchkoski, del departamento de Policía de Columbus, en el Estado de Ohio, por haber permitido el tráfico de drogas hacía los Estados Unidos.
Estos oficiales permitían las operaciones de los cárteles a cambio de dinero… tales fueron sus ganancias que uno de ellos se hizo de numerosos inmuebles en México. Puro y llano lavado de dinero. ¿Cómo puede hablarse de una guerra en estas condiciones?
La guerra imposible contra el narco en México
Como decía el maestro Lorenzo Meyer, para entender la historia de México hay que echar un vistazo a la historia de Estados Unidos y en el caso del narcotráfico y el crimen organizado estamos frente a una guerra imposible.
Un negocio con mucha gente involucrada de ambos lados y con ganancias que solo en nuestro país rondan el medio billón de pesos anuales (más que todo el presupuesto destinado a la súper Secretaría de Bienestar este año).
@aztecanoticias Continúa en Nueva York el río de acusaciones contra Genaro García Luna y que hoy alcanzaron hasta el expresidente Felipe Calderón. Pero el juez insistió a la Fiscalía que sigue sin aportar pruebas sólidas. Una nota de @Diego Borbolla #TikTokInforma #AztecaNoticias ♬ sonido original - Azteca Noticias
Si el consumo de drogas es una realidad y su combate está más cercano a una simulación, ¿por qué no plantear una política distinta? Una política no prohibicionista. Una estrategia que reconozca esta realidad y nos permita actuar en función de ella, sin chaquetas mentales ni política ficción.
¿O ustedes qué piensan?