El Plan C se impone: De la República a la autoridad absoluta
México, sus ministros de la Suprema Corte llegaron para quedarse 12 años. Y sus jueces y magistrados, 9 años. Gracias a una elección de Estado.
Fue una farsa con A de presidenta con A. El plan C, Claudia, te da el control de los tres poderes. Ahora sí terminaste esa macabra obra de mandar al diablo a las instituciones. Al Ejecutivo lo tienes por naturaleza, eres la jefa.
Al Legislativo lo tienes a la mala, pero lo tienes y con aplastante mayoría. Y al Judicial lo tienes con un disparo, el mero estilo de la mafia comunista. La farsa con A no estuvo apoyada ni por los suyos.
Solo votaron 13 millones de 100 millones convocados a las urnas. 87 millones de mexicanos dijeron, dijimos no a esa farsa.
Abstencionismo histórico, Morena se desmoronó y el modus operandi fracasó. Y aún así, con el rechazo de los ciudadanos, se atrevieron muy serenos morenos a declarar el triunfo de la democracia. Una democracia solo con sus candidatos, diciéndole al que votó cómo votar.
Con acordeón en mano, con la amenaza a los burócratas de trabajo por voto, con el recordatorio al que recibe beca o dinero por voto.
Con boletas marcadas, una democracia a la cubana, la nicaragüense, a la venezolana. Es la democracia de los dictadores. De una autoritaria con A, de presidenta con A, de farsa con A. A la chingada nos fuimos todos. No solo ya saben quién. En este rancho llamado
México, sus ministros de la Suprema Corte llegaron para quedarse 12 años. Y sus jueces y magistrados, 9 años. Gracias a una elección de Estado.
Muere la República con A, nace la dictadura con A.