Cada vez que el mundo entero mira hacia el Vaticano en espera de un nuevo Papa, hay un objeto que se convierte en protagonista silencioso del proceso: la estufa de hierro donde se queman las papeletas de votación durante el Cónclave y en este 2025, no será la excepción.
Este objeto clave, utilizado desde 1939, no solo es funcional, sino que también carga con un profundo simbolismo que ha marcado cada elección papal moderna. Desde el Cónclave que eligió al Papa Pío XII, esta estufa ha sido testigo de los momentos más trascendentales de la Iglesia Católica.
El objeto secreto del Cónclave: Su rol es fundamental en la elección papal desde 1939
Su función es simple pero crucial, ya que luego de recibir las papeletas de los cardenales tras cada ronda de votación, las quema y, mediante la coloración del humo que emana de su chimenea, se comunica al mundo si un nuevo pontífice ha sido elegido.
Caba decir que cuando la votación no alcanza la mayoría necesaria, la quema de las papeletas se mezcla con sustancias químicas especiales que producen humo negro, señal de que no hay todavía un Papa electo y, por el contrario, cuando finalmente se logra el consenso, el humo blanco, es el anuncio al mundo entero respecto del famoso “Habemus Papam”.
El corazón del cónclave: Así se usa la estufa en la Elección Papal desde 1939
Este sistema de señales de humo es tradición desde siglos atrás, pero la estufa actual, fabricada en hierro forjado, fue introducida en 1939 como una solución más eficiente y segura que las prácticas anteriores. Antes, el proceso era menos predecible, y en ocasiones, la confusión reinaba entre la multitud congregada en la Plaza de San Pedro, esto debido a que no se podía distinguir con exactitud el color del humo.
Para garantizar que no haya dudas, desde el año 2005, la estufa de hierro se conecta a una segunda estufa auxiliar que contiene los productos químicos que tiñen el humo de negro o humo blanco. Ambas chimeneas están instaladas en la Capilla Sixtina, donde se celebran las votaciones, y su tubo de salida es visible desde la plaza, permitiendo que millones de fieles, además de los medios de comunicación, sigan el proceso en tiempo real.
Cabe decir que más allá de su rol técnico, esta estufa se ha convertido en un símbolo de la continuidad y el secreto que rodea al Cónclave. El ritual de quemar las papeletas asegura que las decisiones de los cardenales se mantengan confidenciales, algo con lo que se refuerza la solemnidad del proceso.
Aunque se trata de un objeto que solo cobra protagonismo en contadas ocasiones, cada que se elige un nuevo Papa, la estufa de hierro es cuidadosamente conservada y almacenada por las autoridades vaticanas entre un Cónclave y otro, como parte del patrimonio sagrado de la Santa Sede.
En la actualidad, aunque la tecnología y las comunicaciones han avanzado, esta estufa sigue siendo el corazón simbólico del Cónclave. Con cada bocanada de humo que emerge de su chimenea, el mundo espera ansioso una señal que anuncie un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica, como en este 2025.
¿Cómo se produce el humo que anuncia al nuevo Papa?
Massimiliano De Sanctis, dueño de la empresa Fd Group Fireworks, ha explicado cómo es que se generan los icónicos humos durante las denominadas fumatas en el Vaticano.
De Sanctis, cuya compañía suministró el sistema de humo en los cónclaves de 2005 (papa Benedicto XVI) y 2013 (papa Francisco), dice que el humo blanco se produce mediante una mezcla pirotécnica basada en lactosa, mientras que el humo negro utiliza naftalina: “Una vez finalizada la votación, se inserta un cartucho pirotécnico compuesto por seis granadas de humo que duran dos minutos, junto con la quema de las papeletas”, señala De Sanctis.
Para lograr el efecto en las fumatas, se emplean dos estufas conectadas a un único conducto de humo que asciende hasta el techo de la Capilla Sixtina. Una es la estufa de hierro, que se ha usado en cada cónclave desde 1939. La otra es electrónica, equipada con una llave y un botón de inicio, donde se encienden las bengalas que producen el humo blanco o humo negro.
