En un giro inesperado que marca un hito en la política económica de la última década, China anunció hoy la adopción de una política monetaria “adecuadamente flexible” para 2025.
Este cambio, el primero de este tipo desde finales de 2010, busca revitalizar el crecimiento económico del gigante asiático, que ha mostrado signos de desaceleración en los últimos meses.
El anuncio se produjo tras una reunión del Politburó del Partido Comunista de China, presidida por Xi Jinping, donde se analizaron los desafíos económicos del país y se trazaron las líneas generales de la política económica para el próximo año.
¿De qué trata la flexibilización monetaria en China?
Según la agencia de noticias estatal Xinhua, el Politburó se comprometió a implementar una estrategia integral que incluye una política fiscal proactiva, aumento del gasto público e inversión en infraestructura para estimular la demanda.
También prevé ajustes anticíclicos “no convencionales” con medidas innovadoras para contrarrestar las fluctuaciones económicas y mantener la estabilidad; así como impulso al consumo interno y fomento del gasto de los hogares para dinamizar la economía.
Xinhua informó que, en 2025, las autoridades chinas se guiarán por el “principio de perseguir el progreso manteniendo la estabilidad”. Este enfoque busca equilibrar el crecimiento económico con la estabilidad social y política, impulsando la innovación en un entorno estable.
China vows to ramp up policy stimulus to spur growth in 2025 https://t.co/w4BiEq9Am3 pic.twitter.com/uwgl6SLy7J
— Reuters (@Reuters) December 9, 2024
Un cambio histórico en la política monetaria
La nueva política monetaria marca un cambio significativo con respecto a la postura “prudente” que China ha mantenido desde finales de 2010.
El Banco Popular de China , liderado por Yi Gang, ha esbozado cinco posturas de política económica: “flexible”, “adecuadamente flexible”, “prudente”, “adecuadamente restrictiva” y “restrictiva”.
“Se debe implementar una política fiscal más proactiva y una política monetaria apropiadamente flexible, mejorando y refinando el conjunto de herramientas políticas, además de fortalecer los ajustes extraordinarios contracíclicos”, señala el informe.
Tras la crisis financiera mundial de 2008, China adoptó una política monetaria “adecuadamente flexible”, que luego cambió a “prudente” a finales de 2010.
Este nuevo giro hacia la flexibilización sugiere que las autoridades chinas están preocupadas por la desaceleración económica y están dispuestas a tomar medidas para estimular el crecimiento.
Este anuncio se produce en vísperas de la Conferencia Central de Trabajo Económico anual, que se celebrará esta semana y donde se definirán los objetivos y las políticas económicas para 2025.
Se espera que la flexibilización monetaria juegue un papel clave en la estrategia de China para impulsar su economía en el próximo año.