La mamá de Rocío deja de tomarse su medicamento con tal de chantajear a Rocío para que no se vaya de su lado; sin embargo, se sale de control y sufre un infarto cerebral con el que logra su cometido pero a un costo muy caro, pues su hija se queda a vivir con ella, ya que sabe que no la puede dejar sola, pues por ahora no puede ser independiente.