Ten cuidado con tus michis: a esta temperatura los gatos comienzan a sentir frío y podría causarles hipotermia

Es importante reconocer las señales de los gatos y protegerlos antes de que su salud se vea comprometida durante el invierno. Checa qué dicen expertos.

A esta temperatura los gatos comienzan a sentir frío
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Los gatos pueden parecer resistentes, pero el frío les afecta más de lo que imaginas. Cuando la temperatura desciende por debajo de cierto punto, su cuerpo comienza a perder calor rápidamente, aumentando el riesgo de hipotermia. Por eso es importante saber desde cuándo tu michi empieza a sentirlo y qué medidas puedes tomar para mantenerlo seguro y abrigado.

Expertos del sitio Veggie Animals mencionaron que la temperatura normal de un gato se sitúa entre 37,7 °C y 38,9 °C. Por tal motivo, cuando su termómetro interno desciende, comienza el peligro. De hecho, veterinarios aseguran que una temperatura corporal entre 35,5 °C y 37,7 °C podría tratarse de un signo de hipotermia leve.

A su vez, los especialistas comentaron que si los grados continúan bajando hasta los 32 °C, el felino estaría sufriendo un estado de hipotermia severa y recomiendan comunicarse con un profesional para evitar riesgos.

Los gatos pueden sufrir hipotermia

Así puedes darte cuenta si tu gato tiene frío

El cuerpo del gato, del mismo modo que los humanos, puede adaptarse al frío extremo. Sin embargo, la exposición a bajas temperaturas hace que disminuya su ritmo cardíaco, provocando una ralentización del flujo sanguíneo en las extremidades, de acuerdo a los expertos.

La manera en que puedes darte cuenta si el felino está comenzando a enfermarse es tocándole las puntas de las orejas o las almohadillas de las patas. Además, remarcaron que si un gato que se acerca a una temperatura de hipotermia (entre 32 °C y 37,7 °C) también empezará a temblar y a buscar activamente fuentes de calor dentro de la casa.

gatos

Espacios que puedes otorgarle al gato para que no tenga frío

  • Camas elevadas o alejadas del piso: el suelo suele ser más frío, así que una cama un poco más alta ayuda a conservar el calor corporal.
  • Rincones cálidos y sin corrientes de aire: puedes habilitar un espacio cerca de una pared interior o lejos de ventanas abiertas.
  • Cajas o cuevas acolchonadas: los gatos adoran los lugares cerrados; una caja con manta o una cama tipo iglú conserva muy bien el calor.
  • Acceso a mantas suaves o térmicas: una manta polar o cama térmica (segura para mascotas) les ayuda a mantenerse calientitos.
  • Zonas soleadas durante el día: si entra luz natural, coloca su cama o manta en ese punto para que aproveche el calor solar.
  • Un refugio improvisado: si vive en exterior, puedes crear un pequeño refugio aislado con mantas y materiales que bloqueen el viento.
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