El aceite de oliva tiene un montón de beneficios y es ideal para cocinar alimentos a fuego medio o bajo. Sin embargo, cuando está en mal estado, lo mejor es no usarlo. Por eso, aquí te contamos cómo identificarlo antes de que sea demasiado tarde.
Según Healthline, la forma más rápida de saber si el aceite está echado a perder es probándolo: si tiene un sabor rancio, agrio o viejo, es momento de desecharlo. También puedes detectarlo por el olor; si te recuerda a crayones o pegamento, ya no sirve.
Pero, ¿qué hace que el aceite de oliva se dañe tan rápido?
Expertos en alimentos señalan que el oxígeno, la luz y el calor son los principales factores que provocan que pierda sus propiedades. En ese sentido, el gerente general de Olivícola Laur, Gabriel Guardia, recomienda consumirlo dentro de los primeros cuatro meses después de abrir la botella, según declaró a La Nación.
¿Qué pasa si tomas aceite de oliva en mal estado?
Aunque probar una pequeña cantidad para catar su sabor no causará malestares, lo cierto es que el aceite rancio pierde sus propiedades, deja de aportar beneficios y tampoco mejora el sabor de tus platillos.
Estos son los beneficios del aceite de oliva
Además de aliviar el estreñimiento, el aceite de oliva tiene varios beneficios importantes, según Harvard Health Publishing:
- Reduce el riesgo de enfermedades cardiacas.
- Disminuye la probabilidad de accidentes cerebrovasculares.
- Es rico en ácidos grasos saludables.
- Tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
- Ayuda a prevenir el cáncer, la diabetes tipo 2 y el Alzheimer.
¿Es bueno el aceite de oliva en ayunas?
Otra forma popular de consumirlo es en ayunas, un hábito que muchas celebridades practican, como Jennifer López. De acuerdo con El Mundo, este truco no solo favorece la digestión y estreñimiento, sino que también mejora la apariencia de la piel y el cabello, además de brindar los beneficios que ya mencionamos.
En ese sentido, el aceite de oliva es un gran aliado en la cocina y para la salud, siempre y cuando se conserve correctamente. Cuidarlo de la luz, el calor y el aire no solo mantiene su sabor, también garantiza que cada gota conserve todo su poder nutritivo.