Querétaro esconde destinos que parecen salidos de un cuento: calles empedradas, montañas alrededor y cabañas que invitan a quedarse unos días. Entre todos, el pueblo de Bernal destaca por sus cabañas de madera y piedra, la cercanía con la Peña y el ambiente tranquilo lo convierten en un lugar ideal para quienes buscan relajarse y conectar con la naturaleza.
¿Qué hace a Bernal un pueblo tan especial en Querétaro?
Bernal no solo sorprende por su paisaje, sino por cómo sus cabañas se integran a él. La mayoría están construidas con madera y piedra local, respetando la estética tradicional del pueblo. Los ventanales amplios permiten que entre luz natural y se disfruten vistas del valle y la imponente Peña de Bernal.
De acuerdo con la Secretaría de Turismo de Querétaro, algunos hospedajes incluso ofrecen chimenea o terrazas, combinando comodidad con un encanto rústico auténtico.
Además de sus cabañas, Bernal tiene un pasado fascinante. Fundado en el siglo XVII, el pueblo creció alrededor de la Peña, que no solo servía como punto de referencia para viajeros y comerciantes, sino también como un lugar de reunión y protección para los habitantes locales.

Sus calles empedradas y construcciones coloniales conservan esa historia viva, haciendo que cada paseo por el pueblo sea un viaje en el tiempo.
¿Por qué las cabañas de Bernal destacan frente a otros pueblos?
El atractivo de estas cabañas está en los detalles: su ubicación dentro de bosques o cercanas a senderos brinda privacidad y vistas únicas. La sensación de tranquilidad es constante, y cada rincón parece pensado para quienes buscan desconectarse del ritmo urbano.
Según lugareños, el diseño sencillo, pero cuidado hace que la experiencia de hospedarse allí sea más que una noche: es un respiro completo.
¿Qué hacer en Bernal, Querétaro?
Bernal ofrece actividades que combinan naturaleza y cultura. Se pueden recorrer los senderos alrededor de la Peña, descubrir artesanías locales en mercados, probar la gastronomía típica del estado y participar en festivales tradicionales. Todo esto permite disfrutar del pueblo sin perder la calma y el contacto con el entorno natural.
También es posible visitar otras regiones cercanas como lanzarse en tirolesa, visitar el parque Ecoturismo Los Cuervos, visitar el pueblo de Tequisquiapan, Puente de Dios, Pinal de Amoles y comer comida tradicional cerca del pueblo Cadereyta.