Lo que comemos lo dice todo sobre cómo nos sentimos. Cada elección de alimentos puede cambiar nuestro humor: lo que ingerimos no solo nutre el cuerpo, sino que también influye en nuestra energía y en cómo enfrentamos lo que nos toca vivir.
Al mismo tiempo, nuestro ánimo influye mucho en lo que decidimos ingerir. Por eso, hay que ser cuidadosos: una mala elección en un bocado puede afectar nuestro bienestar más de lo que imaginamos.
¿Qué alimentos pueden afectar el estado de ánimo?
Lo que comemos tiene un gran impacto en nuestro humor y energía. Algunos alimentos, aunque nos resulten tentadores, pueden estar saboteando nuestro estado de ánimo y haciéndonos sentir más cansados o irritables de lo habitual.
- Azúcares refinados:
Según La Vanguardia su consumo frecuente puede generar dependencia y antojos constantes, dificultando mantener la concentración y afectando la estabilidad emocional. - Comida ultraprocesada
Suele carecer de nutrientes esenciales como vitaminas y minerales, lo que puede disminuir la energía y afectar la claridad mental.
Fuente: Canva La alimentación es fundamental, por eso, es importante entender si estamos comiendo por hambre o emocionalidad. - Alcohol
Interfiere con la calidad del sueño y la recuperación del cuerpo, provocando cansancio y sensación de desánimo al día siguiente. - Cafeína en exceso
Puede alterar los ritmos naturales del cuerpo y provocar insomnio, haciendo que el estado de ánimo se vea afectado por la falta de descanso. - Alimentos ricos en sodio
El exceso de sal puede desbalancear los electrolitos y generar hinchazón o malestar físico, lo que influye indirectamente en cómo nos sentimos emocionalmente.
¿Qué alimentos ingerir para no tener mal humor?
La dietista-nutricionista del Hospital HM Delfos, Eva Rodríguez, explica es fundamental que se registre lo que se ingiere y se aprenda a diferenciar cuándo realmente se tiene hambre y cuándo no, ya que sino se estaria dando una mera "alimentación emocional".
Por ende, para mantener un buen humor y estabilidad emocional, lo ideal es consumir alimentos que favorezcan la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, además de aportar vitaminas y minerales esenciales.
- Pescados grasos
Salmón, sardina o atún contienen ácidos grasos omega-3, fundamentales para la salud cerebral.
Estos nutrientes ayudan a regular neurotransmisores relacionados con el bienestar, como la serotonina y la dopamina, promoviendo un estado de ánimo más estable y positivo. - Frutos secos y semillas
Almendras, nueces, semillas de chía o girasol aportan magnesio y grasas saludables que favorecen la función cerebral.
Su consumo regular puede reducir la ansiedad, mejorar la concentración y aportar sensación de saciedad, contribuyendo a un mejor equilibrio emocional.
- Legumbres
Lentejas, garbanzos y frijoles son ricos en triptófano, un aminoácido que el cuerpo utiliza para producir serotonina, la hormona del bienestar.
Además, aportan fibra y proteínas que mantienen la energía estable y evitan bajones de humor. - Frutas y verduras frescas
Estas son fuente de vitaminas, minerales y antioxidantes que combaten el estrés oxidativo.
Consumirlas de forma regular ayuda a mantener niveles de energía constantes, mejora la vitalidad y contribuye a un estado emocional más equilibrado y positivo.