Aunque muchas personas no lo sepan, la mayoría de las bebidas alcohólicas presentes en el mercado fueron envasadas en recipientes con una forma específica por una razón en particular. En el caso de las cervezas, sus botellas suelen ser más delgadas de arriba, en una forma que se la conoce popularmente como “contour”.
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Más allá de la estética, el verdadero motivo por el cual las cervezas son más angostas en su parte superior tiene que ver con el objetivo de preservar el líquido a una temperatura fría.

De acuerdo con fuentes como la revista especializada en etiqueta Diners, si quiere mantener su bebida a punto, lo mejor es sujetar la botella del cuello.
Como dato curioso, vale la pena precisar que el color café oscuro de la cerveza también funciona para evitar el contacto directo con los rayos ultravioleta, lo cual la mantiene fría por mucho más tiempo.
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¿Cuál es la temperatura ideal de la cerveza?
Expertos en cerveza aseguran que aunque es recomendable tomar esta bebida fría, lo más recomendable es que su temperatura no se acerque al punto de congelación.
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No es lo mismo servir una Ale clara que una lager oscura, ya que cada una tiene su punto óptimo de temperatura. Sin embargo, de forma genérica, se puede decir que todas las cervezas deben servirse a entre 2° y 16°C en cualquier época del año.
Por debajo de los 2°C no se puede apreciar la riqueza de sabores y aromas de la cerveza. Por encima de los 16°, las agradables y refrescantes burbujas empiezan a desaparecer, el sabor del alcohol se intensifica, volviendo la cerveza más amarga y el aroma se pierde casi por completo.