Dormir poco no solo afecta tu energía y concentración: también puede hacerte engordar. Diversos estudios científicos han demostrado que la falta de sueño altera el metabolismo, provoca desequilibrios hormonales y puede aumentar el apetito, especialmente por alimentos ricos en azúcares y grasas.
Esta relación entre descanso y peso corporal ha sido analizada por expertos en salud y neurociencia del sueño.
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¿Dormir poco te hace engordar?
Según datos de Medlineplus, respetar las horas de sueño es fundamental por muchas cuestiones, pero también porque ayuda a controlar el apetito y el peso corporal, ya que la falta de descanso altera hormonas como la grelina y la leptina, aumentando el riesgo de obesidad. El deseo por ingerir alimentos muy calóricos, puede llevar a una ingesta excesiva de productos ultraprocesados y, a largo plazo, un deterioro de la salud.
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Por otra parte, el sistema circadiano regula los procesos metabólicos y energéticos en función del día y la noche, favoreciendo el gasto energético y la digestión durante los momentos de sol, y el ahorro y reparación celular durante el sueño. La alteración de este ritmo desequilibra el orden del cuerpo y del metabolismo, lo que contribuye a un aumento de peso. Entonces sí, dormir poco puede contribuir a engordar.
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¿Qué hacer si se duerme poco?
Si notas que estás teniendo problemas para conciliar el sueño y dormir correctamente, es necesario actuar de forma rápida. La Clínica Mayo recomienda:
- Higiene del sueño: Establece un horario regular para acostarte y levantarte, incluso fines de semana. Usa la cama solo para dormir, evitando otras actividades como ver televisión o usar dispositivos electrónicos en la cama. Si no puedes dormir en 20 minutos, levántate y regresa solo cuando tengas sueño.
- Rutina relajante antes de dormir: Realiza actividades que te ayuden a relajarte, como leer, tomar un baño tibio o practicar técnicas de relajación como respiración profunda o relajación muscular progresiva.
- Ambiente adecuado: Mantén el dormitorio oscuro, silencioso y fresco. Usa cortinas opacas, antifaz o tapones para los oídos si es necesario.
- Evitar estimulantes: Reduce o elimina el consumo de cafeína, alcohol y tabaco, especialmente en las horas previas a dormir.