Como sabrás, este septiembre iniciará el otoño y con ello vendrá el equinoccio, momento donde el día y la noche duran exactamente lo mismo; un evento simbolizado por el equilibrio entre luz y oscuridad, el cuál se asocia a la cosecha, gratitud y nuevos comienzos, además de ser la última parte del año 2025.
A través de las décadas, muchas personas realizan rituales como prácticas de intención, meditación o mindfulness, lo cual puede ayudar a enfocarse y sentirse renovado.
Rituales caseros para el equinoccio de otoño:
- Cerrar ciclos y pedir por lo nuevo: En hojas de papel deberás de agradecer con plumón rojo tus logros, momentos y por las personas que están cerrando este ciclo en tu vida. En las hojas de laurel, escribirás todo lo que quieres atraer durante este nuevo ciclo de otoño, en la última fase antes de cerrar el año. Posteriormente, con mucho cuidado, quemarás estas hojas y harás la siguiente oración para el Arcángel Uriel: “Arcángel Uriel, ilumina mi camino en este equinoccio. Ayúdame a equilibrar mi luz y mi sombra, a agradecer y a soltar con amor. Así sea.
- Abundancia económica: Prepara un altar con monedas, una vela dorada y hojas secas. Encenderás la vela y visualizarás tus metas en este rubro material y colocarás una hoja de laurel en tu billetera con una intención sincera, donde podrás escribir “prosperidad”.
- Cargar energía: El equinoccio simboliza el equilibrio real entre el día y la noche. Pasar un momento bajo la luz del sol y agradecer su llegada a ti y la energía animará el cuerpo, la mente, y te dará claridad para todo lo que está terminando de cerrar en tu vida para dar paso a lo nuevo.
- Para el amor: Escribe en un papel rosa tus deseos de amor, donde puedes pedir por el amor romántico de relación o el propio. En un recipiente, colocarás el papel con pétalos de rosa y una vela blanca. Enciéndela y medita sobre el amor que deseas atraer, y posteriormente, entierra el papel en un jardín o en una maceta.
El Arcángel Uriel será quién rija este otoño y se le conoce por ser una figura angelical importante cuyo nombre significa “Dios es mi luz” o “Fuego de Dios”. Se le conoce como el ángel de la sabiduría, la verdad, la iluminación y la abundancia.