¿Sirve el Pilates para adelgazar? La pregunta del millón. Y aunque la respuesta directa sería un “no rotundo”… calma, que no es tan simple. Porque aunque Pilates no es un ejercicio que queme toneladas de calorías como correr o hacer HIIT, sí puede ser un aliado valiosísimo en tu camino para bajar de peso. La clave está en cómo y con qué lo combines.
Los expertos en entrenamiento coinciden en algo: lo ideal para adelgazar sigue siendo el ejercicio cardiovascular. O sea, moverte lo suficiente como para que tu corazón lata más rápido, te falte un poquito el aire y termines con ganas de hidratarte. Algunos ejercicios más recomendados son:
- Andar en bici.
- Caminatas largas a paso ligero.
- Nadar
- Correr
Pero, ¿con qué categoría de pilates se tiene que combinar? Aunque muchos creen que las clases para principiantes funcionan, la neta, es que no. ¿Y en una clase avanzada de Reformer con ritmo intenso? Ahí la cosa cambia. Esta es más efectiva, explican expertos.
¿Por qué la clase de Reformar es mejor que de Pilates? Estas son las calorías que se queman en cada una
Un estudio reciente encontró que una hora de Pilates en colchoneta quema en promedio 95 calorías, mientras que una clase en Pilates Reformer llega a unas 130 calorías.

No obstante, es importante saber que el gasto calórico también depende de tu peso, de la intensidad de la clase, del ritmo, del tipo de ejercicios y hasta de qué tanto descansas entre cada movimiento.
¿Cuáles son los beneficios de hacer Pilates?
Además, no todo es quemar calorías. Pilates fortalece tus músculos, mejora tu postura, tu flexibilidad, tu equilibrio y te ayuda a tomar conciencia corporal, algo que muchas veces se olvida en otras disciplinas.
Y lo mejor: te prepara para que puedas hacer otros ejercicios con más confianza y sin lesionarte.
¿Por qué integrar Pilates a tu rutina de pérdida de peso?
Si llevas años sin hacer ejercicio (o jamás te ha gustado sudar como pollo), Pilates puede ser el mejor primer paso. Las clases te llevan de lo suave a lo retador poco a poco, y eso ayuda a que ganes fuerza, constancia y seguridad sin que quieras salir corriendo desde el día uno.

Además, al desarrollar más músculo (aunque sea poquito), tu cuerpo quema más calorías en reposo. ¡Ajá! O sea, tener más músculo es como tener un metabolismo, un poquito más eficiente.
Y ni hablar del impacto mental. Pilates calma la mente. Reduce el estrés. Y eso también influye muchísimo en tu peso, porque el cortisol elevado —la hormona del estrés— está asociado con más ansiedad por comer y más grasa abdominal.
¿Hacer Pilates adelgaza por sí solo?
Hacer solo pilates no garantiza que bajes de peso. Sin embargo, es un excelente complemento si lo combinas con buena alimentación, algo de cardio y reducción de estrés. Hoy existen incluso clases mixtas, donde se combina Pilates con ejercicios aeróbicos. Si eso es lo tuyo, ¡vas!
Lo importante es que encuentres un método que puedas sostener en el tiempo. Porque eso es lo que al final hace la diferencia.
¿Qué recomienda la ciencia?
Expertos como Magda Strugariu, especialista en movimiento y pérdida de peso, sugieren usar Pilates como parte de una estrategia integral. De hecho, asegura que las sesiones individuales con un buen instructor te permiten detectar debilidades y adaptar el entrenamiento a tus metas personales. Además, lo hacen más divertido, y eso también cuenta.
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Y ojo: la nutrición sigue siendo pilar clave. Comer bien, en cantidades adecuadas, con alimentos reales, sin dietas locas… eso sigue marcando el ritmo de cualquier proceso de pérdida de peso. Lo ideal es que te acompañe un profesional (nutriólogo/a) para hacer un plan que sí puedas seguir.