La relación entre Adán Augusto López Hernández, actual líder de Morena en el Senado, y Hernán Bermúdez Requena, se remonta a los años noventa en Tabasco. Aunque López ha tratado de distanciarse públicamente, documentos y testimonios revelan una amistad estrecha que involucró negocios, empresas y cargos públicos. Informes militares señalan vínculos de Bermúdez con grupos criminales ligados al Cártel Jalisco Nueva Generación, mientras que López lo respaldó políticamente durante su gubernatura y más tarde en la Secretaría de Gobernación. ¿Qué responsabilidad tiene López en esta red de poder y crimen?
La influencia de Hernán Bermúdez en la carrera de Adán Augusto López
La amistad entre Adán Augusto López Hernández y Hernán Bermúdez Requena data desde principios de los años noventa en Tabasco. “Hernán era el encargado de la Secretaría de seguridad del Estado y Adán Augusto era subsecretario de gobierno. Desde ahí ya eran compañeros de gabinete”, revela Leonardo Núñez de Mexicanos Contra la Corrupción.
Con el paso del tiempo, la cercanía entre ambos se fortaleció, y López se convirtió en el notario favorito de la familia Bermúdez. Más de 28 empresas fueron constituidas en su notaría, muchas relacionadas con actividades polémicas en Paraguay. Según Núñez, “Hay empresas que fueron creadas por los sobrinos del clan Bermúdez en Paraguay, relacionadas con apuestas ilegales y casinos, que fueron constituidas dentro de la notaria de Adán Augusto”.
Los vínculos con actividades criminales y el respaldo político
Cuando Adán Augusto López llegó a la gubernatura de Tabasco, nombró a Hernán Bermúdez al frente de la Secretaría de Seguridad estatal. A pesar de que la Secretaría de la Defensa Nacional ya alertaba sobre la posible participación de Bermúdez en grupos criminales como La Barredora, vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación, López mantuvo el respaldo público hacia su amigo.
En 2021, al asumir como Secretario de Gobernación federal y miembro del gabinete de seguridad, López no separó su alianza de Bermúdez, a pesar de los informes militares adversos. “Es imposible para Adán Augusto decir que él no sabía o no tenía ningún tipo de responsabilidad o posibilidad de saber lo que estaba sucediendo”, concluye Núñez.
La amistad de más de 30 años entre Adán Augusto López y Hernán Bermúdez Requena no puede borrarse fácilmente, ni por discursos ni por la censura en redes sociales. La sociedad y las autoridades exigen respuestas claras sobre la responsabilidad política y legal detrás de esta relación, especialmente frente a las evidencias que apuntan a vínculos con el crimen organizado.