¿Turismo de Guerra? La estrategia de Ucrania para reactivar su economía

Desde el inicio del conflicto con Rusia en febrero de 2022, Ucrania comenzó a explorar nuevas formas de reactivar su economía a través del “turismo de guerra”. Este tipo de actividad, que ha atraído a aventureros y mochileros en busca de experiencias extremas, busca ofrecer una visión del impacto del conflicto y, al mismo tiempo, promover la rica cultura de ese país.

Mariana Oleskiv, presidenta de la Agencia Estatal para el Desarrollo de Turismo de Ucrania , explicó en entrevista para Fuerza Informativa Azteca que están desarrollando tours para mostrar a los visitantes las secuelas de la guerra, como lugares aún dañados por los bombardeos.

“Trabajaremos en tours de memoria, de lugares que ya no se encuentran bajo amenaza, pero aún presentan daños en estructuras que no han sido restauradas”, comentó Oleskiv.

Se planea que los turistas puedan conocer las áreas que fueron ocupadas por las tropas rusas y cómo Kiev se defendió de las incursiones.

“Siendo algo muy interesante desde un punto de vista militar e histórico”, destacó.

La seguridad sigue siendo una preocupación. Las zonas de conflicto continúan siendo peligrosas y las autoridades advierten que solo algunos aventureros dispuestos a correr riesgos se acercan a las áreas más afectadas.

“Es muy peligroso, por lo que no recomendamos visitar estos sitios, porque seguido están siendo bombardeados. En la línea de guerra solo personas que buscan adrenalina, aventuras quieren ir ahí, pero son muy pocas personas y si hemos tenido algunos casos como esos”, señaló Oleskiv.

Aunque el sector turístico se ha visto gravemente afectado por la guerra, Ucrania ha encontrado formas de mantener el flujo de visitantes. En 2023, alrededor de 4 millones de personas, principalmente voluntarios, médicos y corresponsales de guerra, visitaron el país. En comparación con 2022, que solo registró 2 millones debido al impacto de la pandemia, este aumento es una señal positiva.

Oleskiv también destacó que “desde 2021 hasta ahora el promedio de entradas son de cuatro millones”. Sin embargo, los esfuerzos se han centrado principalmente en el turismo interno en Ucrania, como tours en áreas rurales y naturales.

“Para 2023 todos vivimos con la guerra y aprendimos a lidiar con ella. Fue hasta 2023 que renovamos el turismo de ocio por sobre el turismo de reubicación y protección”, mencionó Oleskiv, quien añadió que este cambio permitió que, en 2024, lugares como Odesa tuvieran un año exitoso.

La protección del patrimonio cultural de Ucrania se ha vuelto una prioridad, ya que los bombardeos han destruido irremediablemente algunos de sus edificios históricos.

“Cuando lanzan misiles nos ocupamos de las infraestructuras eléctricas , pero han provocado daños en objetos culturales. Asimismo, hablar de las zonas este y sur, el daño es enorme y hay estimaciones de cálculos, pero para mí no hay un cálculo cuando has destruido un patrimonio”, explicó Oleskiv.

Las ciudades como Járkov y Chernígov han sufrido daños devastadores, con sitios culturales completamente destruidos, por lo que los daños podrían estar en ojos de todo el mundo.

“En Chernígov los sitios culturales han sido destruidos y los daños son perceptibles a vista de todos”, agregó.

Oleskiv también reflexionó sobre la magnitud de la devastación: "¿Cuándo pararemos la guerra y con qué daño nos quedaremos? Siendo otro de los problemas, la minería (para restaurar las zonas dañadas), porque muchos territorios están siendo minados, siendo una reconstrucción humanitaria enorme”.

Para la restauración de estos espacios, Ucrania necesitará no solo enormes cantidades de dinero, sino también décadas de trabajo. La UNESCO ha estimado que el país necesitará cerca de 9 billones de dólares para recuperar sus infraestructuras y patrimonio.

Sin embargo, Ucrania tendrá que hacerse de recursos de una manera totalmente diferente a como estaba acostumbrado antes de que comenzará la confrontación.

En 2022, la economía se basaba principalmente en la agricultura, tanto que fue llamado como el “granero de Europa”, gracias a su terreno fértil y condiciones climáticas.

La industria pesada y siderúrgica, así como el sector energético también representaban parte de los pilares económicos para esta nación europea que en la actualidad se ve envuelta en conflictos bélicos, lo que los llevó a cambiar la estrategia para reactivarse.

A pesar de los desafíos, las autoridades esperan que ciudades como Odesa puedan convertirse en destinos turísticos clave cuando la seguridad lo permita.

“Entendemos que si atraemos más turistas y ellos gastan su dinero aquí, es dinero que podemos utilizar para reconstruir lo que quedó destruido”, comentó Oleskiv.

La escasez de profesionales en el sector turístico, debido a la migración de muchos ucranianos al oeste de Europa, representa otro reto, pues muchos se han ido para trabajar y alejarse de la guerra latente que existe entre Ucrania y Rusia .

“Por lo que tras el desarrollo del turismo interno algo que sucede es que faltan manos capacitadas”, explicó Oleskiv.

Sin embargo, se están implementando programas de capacitación financiados por donantes internacionales para llenar este vacío y garantizar que el sector esté listo cuando las fronteras se abran nuevamente.

La guerra ha dejado huellas profundas en Ucrania, pero la nación sigue adelante con su objetivo de recuperar su independencia y reconstruir su futuro. A medida que la situación geopolítica evoluciona, el turismo, incluso en su faceta de “guerra”, podría desempeñar un papel crucial en la reactivación económica del país.

“También tenemos la geopolítica, necesitamos el apoyo de los políticos en el mundo, así como el apoyo a la democracia”, concluyó Oleskiv.