La lucha por la salud mental en México: recortes presupuestales ponen en riesgo la atención a pacientes
Los recortes presupuestales ponen en riesgo la salud mental de millones de mexicanos. Paciente con depresión y ansiedad denuncia falta de medicamentos.
Jorge Elías Téllez, de 48 años, es uno de los miles de mexicanos que padecen depresión y ansiedad . Desde hace 17 años, depende de los servicios de salud pública para recibir tratamiento, pero asegura que la falta de medicamentos y la precaria infraestructura de los centros de salud obstaculizan su recuperación; un efecto de los recortes presupuestales.
“No sirve de mucho que te atienda un médico si no hay medicamentos”, afirma Téllez, quien resalta que el alto costo de los fármacos es una barrera adicional para muchos pacientes. Para muchas familias es muy complicado el poder comprarlos.
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Insuficiente inversión en salud mental
La situación de Téllez refleja una problemática más amplia en el sistema de salud mexicano : la insuficiente inversión en salud mental. A pesar de ser un problema de salud pública que afecta a millones de personas, el presupuesto destinado a la atención psiquiátrica es significativamente bajo, representando menos del 2% del presupuesto total de la Secretaría de Salud.
Para el año 2025, la situación se agrava aún más con nuevos recortes presupuestales. El Instituto Nacional de Psiquiatría perderá el 12% de su presupuesto, mientras que la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones sufrirá un recorte del 13%.
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“Me causa mucha molestia que le quiten recursos a los médicos que lo que están tratando de hacer es salvar una vida”, expresa Téllez. Esta decisión está trasladando toda esta presión económica a los hogares y a los pacientes.
Ante esta situación, pacientes y organizaciones de la sociedad civil han expresado su preocupación y han advertido sobre las consecuencias de estos recortes. La falta de acceso a tratamientos adecuados puede llevar a un aumento de las hospitalizaciones, el suicidio y la discapacidad, generando un mayor costo para el sistema de salud a largo plazo.
La salud mental es un derecho humano fundamental y los recortes presupuestales ponen en riesgo la vida de miles de personas. Es urgente que las autoridades tomen medidas para garantizar el acceso a servicios de salud mental de calidad para toda la población.
