En México, el consumo de drogas entre adolescentes ha aumentado significativamente, especialmente durante la pandemia. Expertos señalan que la relación entre adicciones y enfermedades mentales es cada vez más evidente. Conozca la historia de André, un joven que luchó contra las adicciones y encontró ayuda, pero advierte que otros pueden no tener la misma suerte debido a los recortes presupuestales en salud mental.
Consumo de drogas en adolescentes aumenta significativamente en México
El consumo de drogas entre adolescentes en México es un problema creciente. André, un joven que comenzó a consumir marihuana a los 13 años y posteriormente cocaína y cristal, comparte su experiencia a Fuerza Informativa Azteca (FIA). Este caso no está aislado.
Durante la pandemia, el consumo de drogas duras entre adolescentes y jóvenes aumentó un 15%, un dato alarmante en nuestro país. La curiosidad y la presión social son factores comunes, pero también hay una relación creciente con problemas de salud mental.
El consumo de sustancias como marihuana y cocaína puede estar relacionado con problemas de #salud mental, como depresión y ansiedad.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) March 25, 2025
La baja autoestima y trastornos de personalidad también juegan un papel crucial. Sin embargo, recortes presupuestarios en #SaludMental complican… pic.twitter.com/8CnnerkGxR
La relación entre el consumo de drogas y los problemas mentales
Los especialistas de la Facultad de Psicología de la UNAM, como María Elena Medina Mora, destaca que el consumo de sustancias está relacionado con problemas de salud mental: “Los estimulantes, sobre todo para ellos, que están teniendo este incremento de problemas de ansiedad y de depresión, se vuelve como si fuera algo que lo sustituye. Desarrollan un consumo compulsivo en poco tiempo”.
André descubrió que su adicción estaba ligada a una baja autoestima, depresión, ansiedad y un trastorno límite de la personalidad. A pesar de las historias de recuperación, los recortes presupuestales en salud mental plantean un desafío significativo.
Xóchitl Martínez, especialista en adicciones, señala: “Nos afecta en la posibilidad de atender a un paciente, porque no hay dónde y no hay con qué, no hay especialistas”. Además, las campañas de prevención son consideradas insuficientes para abordar los factores de riesgo que enfrentan los adolescentes y jóvenes. Esto incluye la falta de acceso a tratamientos efectivos y la necesidad de más programas de apoyo psicológico.