Sargazo récord y barcos ‘fantasma': La millonaria estrategia fallida que convierte el Caribe en un “mar de lodo”
Mientras una cantidad récord de sargazo azota Quintana Roo, la millonaria flota de barcos sargaceros de la Marina está inoperativa. Expertos y empresarios denuncian una estrategia fallida en el Caribe mexicano.
Las imágenes son contundentes: las aguas turquesa del Caribe Mexicano, en destinos como Cancún, Playa del Carmen y Tulum, han sido reemplazadas por una pestilente marea de lodo café. Mientras una llegada récord de sargazo amenaza la economía y el ecosistema, la millonaria flota de barcos construida para combatirlo permanece estacionada, evidenciando lo que expertos y operadores turísticos denuncian como una estrategia federal fallida y un posible desvío de recursos.
Una inversión de 400 MDP en narcos que “no sirven”
Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se destinaron más de 400 millones de pesos a la Secretaría de Marina (SEMAR) para la construcción de 12 buques sargaceros. La promesa era detener la macroalga en el mar, antes de que inundara las playas; sin embargo, la realidad en la costa es muy distinta.
“El presidente le asigna el problema a la Secretaría de Marina equivocadamente”, señala Wilbert Esquivel, miembro del Comité de Sargazo de Quintana Roo. Denuncia que los recursos millonarios sirvieron para construir barcos que hoy no operan. “Las que quedan están tiradas, normalmente cada año funcionaban dos o tres”, afirma.
La percepción es compartida por quienes viven del turismo. “Lamentablemente este problema ha sido un gran negocio. Los buques nunca los va a ver trabajando”, agrega José Gómez, de la Cooperativa Turística del Mar Caribe, quien relata cómo los trabajadores costeros se burlan cuando ven aparecer las embarcaciones: “gritaban en tono de burla: ‘llegó la salvación...’, porque realmente no funcionan”.

El “show mediático” de los barcos fantasma
Cada una de las seis barcazas principales tuvo un costo de 6 millones de pesos, pero hoy se encuentran estacionadas en Puerto Morelos, inservibles ante la magnitud del problema. “Seis barcazas son completamente insuficientes, ni siquiera en este tramo de Playa del Carmen serían suficientes para todo el litoral de Quintana Roo de mil 100 kilómetros”, explica Esquivel.
A esta flota se suma el barco “Nathans”, asignado por la Marina para recolectar el sargazo en alta mar. Este tampoco trabaja. “No pudieron resolver cómo descargar el sargazo que podía recolectar y sigue estacionado allá. Es un show mediático, eso es mentira, es un desvío de recursos”, sentencia Wilbert Esquivel.
2025, un año récord: el doble de sargazo que en la peor crisis
Mientras la infraestructura millonaria permanece inmóvil, la amenaza natural se multiplica. La Universidad del Sur de Florida, citada por la doctora Rosa Elisa Rodríguez del Instituto de Ciencias del Mar de la UNAM, pronostica un 2025 histórico para la llegada de sargazo.

“Calcularon una biomasa (...) de ya casi 40 millones de toneladas. Para darnos una idea, en el mes más alto de 2018 había 20 millones de toneladas, entonces estamos hablando de casi el doble”, advierte la especialista.
Esta cantidad masiva, al no ser contenida en el mar, llega a la costa, se acumula y se pudre, creando el “lodo” que hoy asfixia a la región. “La última vez que tuvimos ese problema nos llevó casi seis meses recuperarnos”, recuerda José Gómez, temiendo que la historia se repita.
El resultado es un desastre visible: un mar convertido en lodo, inversiones federales que no dieron resultados y “los platos rotos” que, una vez más, son pagados por los operadores turísticos, los trabajadores y el medio ambiente del Caribe Mexicano.