En distintas regiones del país, donde la movilidad representa un desafío diario, la motocicleta se ha convertido en una aliada para miles de personas que buscan una forma eficiente de trasladarse y generar ingresos. Más allá de su papel como vehículo de transporte, también es una herramienta de trabajo y una vía de inclusión económica.

Actualmente, se estima que más de 1.4 millones de personas utilizan motocicletas para desempeñar oficios como entregas a domicilio, mensajería, servicios técnicos o mantenimiento. Estos oficios sobre ruedas forman parte activa de la economía y han demostrado ser fundamentales para sostener el día a día de muchas comunidades.

El acceso a una motocicleta permite a muchas familias contar con su primer vehículo propio, especialmente en contextos donde otras opciones de transporte pueden ser limitadas. De hecho, datos recientes señalan que siete de cada diez motocicletas en el país se encuentran en hogares de estratos socioeconómicos bajo y medio bajo, lo que subraya su importancia como medio de movilidad accesible y generador de oportunidades.

Mujeres usan la motocicleta como herramienta laboral y de autonomía

Durante la pandemia, este vehículo jugó un papel relevante en la continuidad de servicios esenciales. Muchas personas encontraron en la motocicleta una forma de seguir trabajando o de iniciar nuevas actividades.

Además, su uso se extiende más allá de las grandes ciudades. En localidades con menos de 100 mil habitantes, la presencia de motocicletas es notablemente mayor, lo que responde a necesidades locales de movilidad y a la escasa oferta de transporte público en estas regiones.

También es importante visibilizar que cada vez más mujeres mexicanas eligen la motocicleta como medio de transporte y herramienta laboral, encontrando en ella una forma de autonomía, seguridad y acceso a nuevas oportunidades.

Mujeres eligen a la motocicleta como transporte y herramienta laboral en México
Es una forma de autonomía

Reconocer el papel de la motocicleta en el día a día de millones de personas abre la puerta a construir soluciones más inclusivas. Impulsar una movilidad segura, ordenada y accesible requiere del trabajo conjunto de autoridades, industria y ciudadanía, partiendo del entendimiento de que la motocicleta no es solo un vehículo, sino una pieza esencial en la vida cotidiana.