Una larga barba blanca y un sombrero puntiagudo caracterizan al brujo oficial de Nueva Zelanda, quien fue despedido después de trabajar durante varios años como promotor del turismo en la ciudad de Christchurch.
Ian Brackenbury Channell, de 88 años, fue contratado en 1998 por el ayuntamiento de esta ciudad, recibía un pago de 16 mil dólares anuales y su labor consistía en “aportar actos de brujería y servicios de mago”.
Desde entonces, el brujo oficial de Christchurch paseaba continuamente por las calles con su túnica, hacía trucos de magia o lanzaba hechizos para influir en el resultado de los partidos de rugby, llamando la atención de turistas y locales.
Imagen del brujo oficial ya no encaja con objetivos del gobierno
Lynn McClelland, jefe ejecutivo del consejo municipal de Christchurch, explicó a medios internacionales que fue difícil tomar la decisión de terminar el contrato del mago, quien se convirtió en una atracción turística de este destino.
La nueva dirección turística exhibirá una ciudad vibrante, diversa y moderna que es atractiva para los residentes, visitantes nacionales e internacionales, nuevas empresas y trabajadores migrantes.
Por su parte, el brujo oficial aseguró que la decisión de terminar su contrato fue tomada por “un montón de burócratas sin imaginación”, a quienes presuntamente no les agrada.
Afirmó que la decisión tomada por el ayuntamiento se debe a que lo consideran “aburrido y viejo”, pero advirtió que no dejará de hacer apariciones públicas, para hablar con los turistas y promocionar la imagen de la ciudad.
Aunque el brujo oficial aseguró que no lanzaría maldiciones por el fin de su contrato, mencionó que se había “despertado un nido de avispas” y que los próximos meses serán “muy divertidos”, como si supiera lo que se avecina.
The Wizard of New Zealand, also known as Ian Brackenbury Channell, casts a "spell" - His contract with the city will end in December after more than two decades.@GeorgeCochrane1 @Osprey0 pic.twitter.com/a2dCpQWhYt
— RichardFitton-Perkins (@HeadlessBassist) October 17, 2021
El brujo nació en Inglaterra y en 1976 llegó a Nueva Zelanda, se dedicó a realizar actos de magia en lugares públicos, motivo por el que las autoridades trataron de detenerlo.
La Asociación de Directores de Galerías de Arte de Nueva Zelanda llegó a considerar al hechicero como una “obra de arte viviente”. En 1990, el primer ministro Mike More sugirió que se convirtiera en el brujo oficial del país, de “la Antártida y las áreas costeras relevantes”.
“Sin duda habrá implicaciones en el área de hechizos, bendiciones, maldiciones y otros asuntos sobrenaturales que están más allá de la competencia de primeros ministros”, dijo More en ese momento, tras proponer a Channell como brujo oficial.