Acoso, maltrato psicológico, hostigamiento laboral y discriminación a médicos residentes en hospitales

La formación de médicos especialistas en México, un pilar fundamental para el sistema de salud, oculta una realidad sombría y preocupante. En las instituciones hospitalarias, aquellos profesionales en formación que dedican su vida a salvar a otros, enfrentan jornadas laborales extenuantes, condiciones precarias y, lamentablemente, una prevalencia alarmante de maltrato.

Esta situación ha generado un grito de auxilio por parte de quienes, a pesar de sus esfuerzos, se ven atrapados en ciclos de abuso y vulneración.

Un testimonio provino de Paola, una médica residente que cursaba la especialidad de cirugía cardiotorácica en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias. El año anterior, en los primeros días de septiembre, un incidente marcó su vida.

Cuando se dirigía a su domicilio, un compañero con antecedentes previos la interceptó. Las palabras de este individuo fueron una amenaza directa: "¿A dónde va, doctora? Si la sigo hasta este punto del estacionamiento, nadie se dará cuenta cuando la estrangule”. A pesar de la gravedad de lo ocurrido, la denuncia de Paola solo le trajo una consecuencia indeseada: la reprobación de su programa de residencia, interrumpiendo así su trayectoria formativa.

Su búsqueda de apoyo en instancias como Derechos Humanos y su propia universidad resultó infructuosa. Ante la falta de respuesta, decidió llevar su caso directamente a Palacio Nacional, con la esperanza de ser escuchada.

La exigencia de Paola y de otros residentes afectados es clara: solicitan a la Secretaría de Salud que se les brinde una reubicación en otras sedes hospitalarias para poder concluir su formación académica sin más obstáculos. Sin embargo, su caso no es aislado. Las denuncias de maltrato se extienden a diversas formas de coacción.

Algunos médicos en posiciones de poder invitan a los residentes a salir o a eventos sociales, y el rechazo a estas invitaciones se convierte en un pretexto para afectar las calificaciones académicas de los estudiantes. Las condiciones laborales son igualmente extremas: se reportan guardias de hasta treinta y seis horas, equivalentes a casi cinco turnos completos. En un testimonio, un residente relató que se le prohibió expresamente el acceso a alimentos durante sus jornadas.

La magnitud del problema se hace evidente en las estadísticas. Según el colectivo “Médicos en Formación”, durante el año 2024, casi dos mil profesionales —entre residentes, pasantes, estudiantes y médicos internos— reportaron haber sido víctimas de diversas formas de violencia. Estas denuncias incluyen agresiones físicas, acoso sexual, maltrato psicológico, hostigamiento laboral y discriminación en los hospitales. Este panorama desolador revela una problemática que permea todos los niveles del sector salud, afectando a la fuerza laboral fundamental que sustenta la atención a los pacientes.

El nivel de violencia experimentado ha llevado a algunos afectados a emprender acciones legales más contundentes. Se han iniciado denuncias penales, laborales y administrativas. Un residente mencionó que, desde hace dos años, interpuso una denuncia por acoso y hostigamiento, la cual ya ha avanzado a la etapa judicial. A pesar de los desafíos y los procesos legales, el deseo primordial de estos médicos es poder finalizar su especialidad y dedicarse a la profesión que eligieron. Lamentablemente, la realidad es que no todos logran alcanzar esa meta.

El caso más reciente y trágico que ha salido a la luz es el de Luis Abraham Reyes, un médico residente que, presuntamente, fue víctima de acoso laboral. La presión y las circunstancias adversas habrían tenido un desenlace fatal, pues, desafortunadamente, decidió quitarse la vida. Este lamentable suceso subraya la urgencia de atender esta problemática sistemática que aflige a una de las profesiones más vitales para la sociedad.

¿Qué otras implicaciones crees que podría tener esta situación para el futuro de la salud en el país? Déjanos tus comentarios en nuestras redes sociales.