Cargar gasolina hasta que el tanque esté vacío puede parecer una estrategia de rendimiento y de ahorro, pero esta práctica es peligrosa y puede resultar costosa para los automovilistas. En la actualidad, muchos conductores ignoran las advertencias sobre los riesgos asociados con operar un vehículo con bajo nivel de combustible, pues en su afán de ‘exprimir’ al máximo el combustible para reabastecerse, ponen en riesgo a su unidad y su bolsillo. ¿Y cuáles son los peligros por los que no debes cargar tu tanque cuando esté casi vacío?
¿Cuáles son los daños que pueden ocurrirle a tu vehículo por cargar gasolina en su límite más bajo?
Una de las principales preocupaciones es el daño potencial a la bomba de combustible. Este componente esencial, ubicado en el depósito de gasolina, es responsable de garantizar que los inyectores reciban el flujo adecuado de combustible, de acuerdo con la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), cuando el nivel de gasolina es demasiado bajo, la bomba puede sobrecalentarse, lo que provoca un desgaste prematuro, por lo que ignorar esta advertencia puede llevar a fallas en el sistema de inyección y afectar el rendimiento general del vehículo.
Al dejar que el tanque se vacíe, también se corre el riesgo de acumular sedimentos y contaminantes en el fondo del depósito, los cuales, con el tiempo, pueden ser aspirados por la bomba cuando el nivel de combustible es bajo, obstruyendo los filtros y provocando problemas adicionales en el motor. La Asociación Automotriz Americana (AAA) advierte que “los sedimentos pueden bloquear el filtro con más facilidad”, lo que puede resultar en un rendimiento deficiente en el sistema de inyección.
Al mismo tiempo, la falta de combustible en el tanque expone el metal a la humedad y al aire, lo que acelera el proceso de corrosión, la cual, con el tiempo, puede dañar el tanque y generar fugas.
¿Cuál es la recomendación a seguir de los expertos?
Los expertos recomiendan que los conductores llenen su tanque cuando este alcance aproximadamente un 20 por ciento de su capacidad pues, esta práctica no solo ayuda a proteger la bomba y otros componentes mecánicos del automóvil, sino que también asegura que los conductores no se queden varados en momentos inconvenientes.
Un estudio realizado por la AAA concluyó que los vehículos con tanques frecuentemente vacíos presentan un mayor riesgo de fallas en el sistema de combustible debido a la acumulación de sedimentos.